El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, elogió este domingo la decisión de Joe Biden de no aspirar a un segundo mandato, pero advirtió que la decisión coloca a los demócratas en un «terreno desconocido».
Biden tenía «todo el derecho» a presentarse a la reelección, dijo Obama en un comunicado, en el que alabó la trayectoria del mandatario de 81 años y lo calificó de «patriota». «Navegaremos en terreno desconocido en los próximos días. Pero tengo una confianza extraordinaria en que los líderes de nuestro partido serán capaces de crear un proceso del que surja un candidato sobresaliente», añadió.
Bill y Hillary Clinton anuncian su apoyo a Kamala Harris
El expresidente Bill Clinton y su esposa y exsecretaria de Estado Hillary Clinton elogiaron este domingo la decisión de Joe Biden de abandonar su candidatura a la reelección a la Casa Blanca, y apoyaron a Kamala Harris para sustituirlo.
En un comunicado, los Clinton alaban la «extraordinaria carrera de servicio» de Biden y respaldan a Harris como candidata demócrata.
«Haremos cuanto podamos para apoyarla», indicaron. «Nada nos preocupa más por nuestro país que la amenaza que supone un segundo mandato de Trump. Ha prometido ser un dictador desde el primer día», añadieron.
Joe Biden renunció a su candidatura por la reelección: ¿y ahora qué?
Joe Biden no se presentará a la reelección en las presidenciales de noviembre. El mandatario estadounidense, de 81 años, cedió este domingo a las presiones de su propio Partido Demócrata, preocupado por sus posibilidades de derrotar a Donald Trump.
Las dudas sobre la capacidad física y mental del presidente en ejercicio más viejo de la historia de Estados Unidos echaron por tierra sus esperanzas de un segundo mandato.
Ahora comienza un periodo de gran incertidumbre sobre cómo transcurrirá el proceso para buscar otro postulante, quién será el candidato y cómo hará campaña. ¿Qué esperar en los próximos días y semanas:
¿Qué ocurrirá?
Aunque haya consenso sobre el nombre del aspirante a sucederlo, es probable que el proceso para sustituir formalmente a Biden sea algo técnico.
El presidente ya había sido escogido candidato presidencial demócrata en unas elecciones primarias que se celebraron de enero a junio.
Por lo tanto, en teoría, debería haber sido proclamado oficialmente en la convención del partido prevista en Chicago a partir del 19 de agosto.
Pero con su retirada, los delegados del partido, 3.900 personas de muy diversa procedencia, son ahora libres de elegir a su candidato.
En una nota escrita antes de la decisión de Biden de abandonar la campaña este domingo, la investigadora Elaine Kamarck, del Instituto Brookings, pronosticó que esto daría lugar a una «especie de convención donde todo vale», en la que cada bando intentaría presionar por su aspirante.
Los demócratas vivieron una situación más o menos comparable el 31 de marzo de 1968, cuando el presidente Lyndon B. Johnson anunció públicamente que no se presentaría a un segundo mandato, en plena guerra de Vietnam.
¿Quién?
Nada más anunciar su retirada el domingo, Biden dijo que apoyaba a su vicepresidenta, Kamala Harris. Pero no hay ninguna norma que estipule que el compañero de fórmula sustituya automáticamente al candidato titular.
Tras un calamitoso debate de Biden en el que enfrentó a Trump, Harris fue enviada a apagar el incendio. En aquel momento, la vicepresidenta, de 59 años, reconoció que el mandatario había sido «lento al principio», pero que había «terminado fuerte».
En ningún momento mencionó la posibilidad de sustituirlo.
Harris, la primera mujer y afroestadounidense en el cargo, podría tener que enfrentarse a otras personalidades de la nueva generación del Partido Demócrata, como los gobernadores Gavin Newsom, Gretchen Whitmer y Josh Shapiro.
¿Qué tipo de campaña?
Una vez elegido el candidato, queda un gran problema: hacer una campaña exprés de tres meses para darse a conocer a los más de 250 millones de estadounidenses en edad de votar y, sobre todo, lograr convencerlos.
Harris cuenta con ventaja. Como es vicepresidenta la conocen desde hace casi cuatro años.
La exsenadora por California ha recibido el apoyo de varios congresistas, también de importantes referentes demócratas como Bill y Hillary Clinton, y recorre desde hace meses los estados clave para hacer campaña, en particular sobre el derecho al aborto, uno de los temas importantes en las elecciones presidenciales de noviembre.
Otra preocupación es que los fondos ya recaudados por la campaña de Joe Biden no serán fácilmente transferibles a ningún otro candidato desde el punto de vista legal.
Sin embargo, como el nombre de Kamala Harris ya figura en los documentos oficiales de la campaña, algunos expertos estiman que es más fácil atribuirle los millones de dólares recaudados.