Washington. El secretario del Tesoro estadunidense, Scott Bessent, celebró hoy que México propusiera igualar los aranceles de Estados Unidos a China en un movimiento que describió como «muy interesante», e instó al gobierno de Canadá a hacer lo mismo.
«Creo que sería un buen gesto si los canadienses también lo hicieran para que pudiéramos tener a Norteamérica como fortaleza frente a la avalancha de importaciones chinas que está saliendo de la economía más desequilibrada de la historia de los tiempos modernos», dijo Bessent en una entrevista con Bloomberg.
El medio reportó anteriormente, citando a personas familiarizadas al caso, que los funcionarios mexicanos estaban dispuestos a aumentar los aranceles sobre los productos chinos y encontrar formas de comprar más a Estados Unidos en un intento por evitar los aranceles amenazados por el presidente Donald Trump.
La oferta de México se produce tras una reunión la semana pasada en la que funcionarios estadunidenses dijeron a sus homólogos mexicanos que deberían imponer sus propios aranceles a las importaciones chinas.
Dicha oferta fue planeada por la mandataria mexicana como parte de las conversaciones en curso con la administración Trump, señaló una de las personas quien pidió no ser identificada.
Una persona familiarizada con los planes de México dijo que los posibles aranceles de China se centrarían en los automóviles y las autopartes. También podrían incluir productos terminados, aseveró una segunda persona.
La propuesta del gobierno mexicano es el intento más reciente de evitar los aranceles propuestos por el presidente Donald Trump para el próximo 4 de marzo, quien vinculó el impuesto al flujo de fentanilo y de inmigrantes indocumentados en la frontera que entran a Estados Unidos.
Canadá ya impuso aranceles a los vehículos eléctricos, el acero y el aluminio chinos este verano, en gran parte para alinearse con la política estadunidense. En diciembre se prometió una segunda ola de aranceles sobre productos chinos como minerales críticos, semiconductores y paneles solares, pero aún no se ha implementado y podría usarse como carta de negociación con Trump, según personas familiarizadas con el asunto.
Desde principios de año, México ha tomado medidas contra las importaciones asiáticas de bajo costo, particularmente de China, e impuso un arancel de hasta el 35% a la ropa terminada de países sin un acuerdo de libre comercio, en un intento de enviar una señal a los negociadores al norte de la frontera.
A principios de febrero, Trump impuso un arancel adicional del 10% a los productos chinos importados a Estados Unidos. Esto se suma a los aranceles sobre bienes, desde vehículos eléctricos hasta semiconductores, que ya fueron elevados por el entonces presidente Joe Biden el año pasado. Todavía están vigentes los aranceles más altos de la primera administración Trump sobre más de 300 mil millones de dólares en importaciones anuales desde China que se impusieron debido al presunto robo de propiedad intelectual de empresas estadunidenses.