Llega la quincena y en lugar de ahorrar para la Afore, gastas en el maquillaje que recomendó tu influencer favorita en su cuenta de TikTok. Luces divina, pero los ahorros siguen en ceros. La ansiedad llega por la noche: ¿Y ahora qué harás para conseguir más dinero si no te alcanza para todo lo que quieres? Primero debes saber que no estás sola. Este tipo de situaciones son bastante recurrentes actualmente y se derivan de un fenómeno conocido como dismorfia del dinero.
Como su nombre lo indica, la dismorfia es la alteración en la percepción que se tiene de algo, en este caso, de las finanzas. Si bien no se trata de un trastorno psiquiátrico como la dismorfia corporal, sí puede llevar a una persona a tomar malas decisiones, como gastar más allá de sus posibilidades, y a padecer estrés o ansiedad después de hacerlo.
¿Por qué pienso mucho en dinero?
A diferencia de otros males financieros, este afecta sobre todo a los millennials y centennials: las generaciones que nacieron o crecieron con internet. De acuerdo con un estudio realizado por Qualtrics y publicado en enero de este año, el 43 por ciento de la generación Z y el 41 por ciento de los millennials en Estados Unidos padecen de dismorfia monetaria, en gran parte por la influencia que ejercen las redes sociales en sus hábitos de consumo.
El maquillaje caro, los restaurantes y cafés a sobreprecio, las bolsas que equivalen a una quincena pero que se pueden pagar meses o los viajes a destinos con paisajes instagrameables, son algunos de los contenidos promocionados por influencers que hacen que quieras gastar más y más, aunque no siempre tengas la capacidad económica para hacerlo, lo que puede hacerte sentir infeliz o insatisfecho con tus ingresos, aunque estos sean estables.
No es casualidad que el mismo estudio señale que casi la mitad de los jóvenes encuestados, el 46 por ciento de los millennials y el 45 por ciento de la generación Z, vivan obsesionados con la idea de ser ricos.
La cultura del consumismo en redes sociales y la presión social para alcanzar estándares de vida elevados pueden llevar al endeudamiento excesivo, al miedo irracional a la pobreza o a la incapacidad para gastar dinero incluso en necesidades básicas. Estos patrones de conducta pueden tener consecuencias negativas en la vida personal y profesional de quienes las padecen, afectando su bienestar emocional y su estabilidad financiera a largo plazo.
¿Cómo enfrentar la dismorfia del dinero?
La autora de la serie Broke Millenial, Erin Lowry, considera que el primer paso para enfrentar la dismorfia del dinero consiste en reconocerla y admitir que la percepción que se tiene de las finanzas no está necesariamente basada en hechos.
Ayudaría aún más si a la autorreflexión se suma la orientación de un planificador financiero que te guíe en la elaboración de un presupuesto mensual que se ajuste adecuadamente a tus necesidades para evitar que te veas rebasado por tus gastos.
Sin embargo, puede ser que aún con estas medidas la dismorfia del dinero persista. En ese caso, Lowry recomienda ir al origen del problema: dejar de prestar atención a las redes sociales o a los influencers que provocaron esa ansiedad de consumo que tanto te afecta.
Con información de El Financiero