La labor que realizan no tiene retribución, es por amor y vocación a los demás
Por vocación y amor a su comunidad, 34 hombres y mujeres que integran el grupo de bomberos voluntarios del Municipio de Chihuahua, realizan valiosas labores de apoyo a sus compañeros en incendios e incidentes críticos que requieren su presencia y sin la cual se dificultaría el rescate y atención de víctimas o de los bienes materiales.
Los bomberos voluntarios son personas que, por convicción personal y sin retribución mas que el agradecimiento y reconocimiento de los demás, se han preparado para colaborar activamente dentro del Heroico Cuerpo de Bomberos de la ciudad, con actividades como arrojar agua en conflagraciones, proveer y reemplazar tanques de oxígeno a las y los combatientes del fuego, delimitar zonas de acción, limpiar al final del incidente, entre otras, esenciales al momento de atender una emergencia, sobre todo de grandes dimensiones.
Para poder colaborar de manera profesional con sus compañeros de academia y brindar atención de calidad a las personas afectadas, estos 34 voluntarios reciben capacitaciones constantes de manera teórico práctica sobre el manejo de equipo contra incendios, primeros auxilios, riesgos en incidentes, etcétera.
Roberto Orozco Rivas, quien se ha desempeñado como tal desde hace 18 años, refirió que decidió unirse porque le apasiona lo que hace y sobretodo después de perder a su hermano y a un amigo en un incidente en el cual solo él se salvó.
“Creo que en aquel entonces no había ayuda suficiente. Ese lamantable hecho me hizo reflexionar y decidirme a colaborar dentro del Cuerpo de Bomberos como voluntario, pues a veces no es posible atender todas las emergencias a tiempo, por eso necesitamos muchas manos para ello”, agregó Roberto.
Por su parte, una bombera voluntaria compartió que una parte importante que diferencia a los humanos de los demás seres vivos, es la capacidad e inteligencia que tienen para ayudar a sus semejantes, y eso es lo que, en su caso, le provoca gozo y satisfacción, a pesar de no recibir un salario, pues lo hace con mucho corazón.