Hoy es 21 de Septiembre de 2024, Chihuahua, MX.

El auto de Red Bull cayó de ser el mejor de la Fórmula 1 apenas poder ser el cuarto en la parrilla, muy por debajo de los McLaren, Ferrari y hasta Mercedes. Ni el talento especial de Max Verstappen, ni la experiencia y gran trabajo dominical de Sergio ‘Checo’ Pérez logran salvar en este momento al RB20, que parece destinado a no volver a ganar una carrera en lo que resta de la temporada 2024.

Red Bull está muy comprometido en los Campeonatos de Constructores y Pilotos con sólo ocho fechas por disputarse en el calendario.

La escudería austriaca sólo tiene ocho puntos de ventaja sobre McLaren (446-438), mientras que Verstappen vio reducida su diferencia con respecto a Lando Norris, luego del Gran Premio de Italia, a 62 unidades (303-241).

¿Qué le pasa al auto Red Bull de Checo Pérez y Max Verstappen? ¿Por qué pasó en cuatro meses de ser invencible a ser una desesperante máquina que no pelea con los de adelante?

Achacar el dramático descenso de rendimiento del monoplaza de Red Bull a la paulatina separación de Adrian Newey de sus responsabilidades como director técnico del equipo (no va a la pista desde el GP de Inglaterra y ya no participa en tareas competitivas) no es un disparate.

Ese departamento, de vital importancia, es ahora como un avión que en pleno vuelo vio cómo el piloto dejó el timón, pidió una copa de champaña para brindar con todos, se despidió cordialmente, se puso un paracaídas y saltó por la escotilla.

Newey dejó la aeronave en piloto automático y con ello se lograron sortear los primeros tramos del vuelo que significa la temporada 2024, pero una vez que el mando quedó en manos de Pierre Waché y Enrico Balbo la caída ha sido en barrena.

Es justo decir que tanto Waché como Balbo y otros ingenieros importantes del equipo como Paul Monaghan, han estado en el equipo durante largo tiempo como los encargados de desempeño o como segundos en esos departamentos, como lo era Balbo en aerodinámica. Por ello, los triunfos anteriores de Red Bull también les pertenecen también, pero sin Newey, claramente se ha perdido la brújula, como quien sigue las instrucciones de un GPS en un idioma

¿Por qué no usan el auto de 2023?

La pregunta lógica para los que no trabajamos en un equipo de F1 es, ¿cómo si el auto de 2023, el RB19, era tan dominante que hasta ganó 21 de 22 carreras, el RB20 no puede ser similar y con ello mantener el paso victorioso?

La respuesta es sencilla y compleja a la vez. Los autos de Fórmula 1 son prototipos en constante evolución. Se ciñen a un reglamento, pero no son una versión única y hay una investigación constante para mejorarlo siempre hacia adelante, no se estaciona el progreso ni se da marcha atrás.

Para los autos de esta generación, el concepto original fue implementado en el reglamento de 2022. El RB18, resultó la mejor interpretación posible en su momento, cuando los diseñadores de todos los equipos buscaron una solución a las reglas de FIA.

Todos los equipos tenían autos diferentes con soluciones diferentes enfocadas al efecto suelo, pero la de Newey fue la acertada. El resto tardó meses o años en darse cuenta, que sus ideas no superarían el concepto de Newey, pero finalmente ‘se inspiraron’ en él.

El RB19 fue el producto más acabado de esa evolución en la que Red Bull avanzó a la vanguardia y donde nadie les podía seguir el paso.

En 2024, el RB19 no podría dominar ahora como lo hizo en 2023. El resto de los equipos asimiló ese desarrollo y son en 2024 más rápidos que el RB19.

Era urgente encontrar una manera de seguir con una actualización que permitiera seguir adelante, ahí fue donde Newey creó el RB20, que variaba notablemente en pontones, refrigeración, suelo y alas, respecto al modelo anterior.

Esta etapa en la evolución de los autos de esta era del efecto suelo tiene como principal problema el encontrar el correcto balance entre la carga delantera y trasera, sobre todo en la delantera, que se extrema y provoca autos super nerviosos y complicados de controlar en curvas de todo tipo.

Red Bull, luego de un inicio dominante en cinco GP’s, se extravió en las actualizaciones desde el GP de Miami en adelante (mismo fin de semana en que Newey anunció su partida) y, aunque Max Verstappen podía con su talento fuera de serie compensar el desbalance, llegó un momento, hace cuatro o cinco carreras que ya no pudo.

Checo Pérez somatizó más pronto la inmanejabilidad de los coches y eso fue muy notorio. Redundó en una pérdida de confianza y la aplicación de puestas a punto radicales que hacían el problema mayor.

En resumen, el RB20 no es una evolución fallida del RB19, ni el RB19 sería una solución ahora, sólo que en algún momento el desarrollo del coche 2024 tomó un rumbo equivocado.https://www.instagram.com/reel/C_Ya8ses7Qi/embed/captioned/?cr=1&v=14&wp=540&rd=https%3A%2F%2Fespndeportes.espn.com&rp=%2Fespnplus%2Fnota%2F_%2Fid%2F14118468%2Fred-bull-f1-por-que-no-gana-carreras-checo-perez-max#%7B%22ci%22%3A1%2C%22os%22%3A1216.2000000029802%2C%22ls%22%3A280.8999999985099%2C%22le%22%3A930.2000000029802%7D

Los otros equipos crecieron y las reglas juegan contra Red Bull

A esto hay que aunarle que McLaren, Ferrari, Mercedes y el resto de los equipos no se quedaron cruzados de brazos. Adquirieron personal (algunos de ellos provenientes de Red Bull), se metieron al túnel de viento, lograron superar lo hecho por el maestro Newey y en la evolución final hallaron el sendero que Red Bull no pudo ver.

McLaren tiene un balance ideal, su MCL38 es el mejor auto de la parrilla, por mucho.

También cuenta el sistema reglamentario de la F1 que trata de buscar la competitividad reduciendo el presupuesto y tiempo de desarrollo en los equipos de punta y dando más a los más débiles. Esto afecta, sobre todo el campeón, que incluso tiene una tercera parte menos que el resto en tiempos y menos presupuesto, y eso, al final cuenta mucho.

Tener menos dinero y menos tiempo de desarrollo en las herramientas básicas de la aerodinámica como son el túnel de viento y el CFD (Computacional Fluids Dynamics) que simula el trabajo del túnel, al final pasa factura a un equipo.

Hay que recordar que la F1 sólo tiene entrenamientos libres al inicio y al final del año, además de 100 kilómetros de pruebas llamadas ‘Días de Filmación’, por lo que el trabajo en simuladores y el túnel de viento son el caldo de cultivo del desarrollo de los monoplazas.

Red Bull, como doble campeón de Constructores y con la carga de un castigo por exceder el límite de gastos de 2021, cada vez ve más reducido su tiempo de desarrollo y presupuesto.

Y si suman los gastos por choques y el diseño del auto de la temporada siguiente, al final de la campaña 2024, Red Bull se tiene que manejar con lo justo, mientras que otros equipos pueden diseñar y actualizar sus autos de mejor manera.

Lucha de poderes interna

No hay que olvidar que tras la muerte en octubre de 2022, del dueño de Red Bull, Dietrich Mateschitz, la lucha de poderes al interior del equipo se desató de tal manera que Christian Horner fue acusado de conducta inadecuada contra una empleada, que resultó estar relacionada con el papá de Max Verstappen, y que a su vez, Jos hizo comentarios sobre Horner, en equipo con Helmut Marko.

Una versión racing de “Game of Thrones” que ha dejado un equipo inquieto, alborotado y que ha traído bajas importantes como la de Adrian Newey, quien prefirió irse y también del director deportivo, Jonathan Wheatley.

En una entidad llena de problemas internos es muy difícil que germinen los buenos resultados.

¿Hay soluciones?

Pues Red Bull sólo puede rescatar su temporada, muy comprometida por donde se le vea, si en las dos semanas previas al Gran Premio de Azerbaiyán en Baku, logran encontrar con total certeza el punto donde su desarrollo viró al lado erróneo. Luego tendrían que aplicar la solución en el simulador y ‘rezar’ porque en la realidad se concrete la mejora.

Ahora, no hay tiempo ni presupuesto para cambios radicales en el coche y los pilotos son pasajeros en la espiral de problemas.

Sólo el trabajo los puede sacar de apuros. Checo Pérez ya está en la fábrica de Milton Keynes para trabajar en el simulador para ver si encuentra la solución, aunque su coequiero fue tajante: “El año pasado tuvimos un gran auto, que fue el más dominante de todos los tiempos. Y básicamente lo convertimos en un monstruo, así que tenemos que convertirlo de regreso. Pero en este momento no es realista hablar de que podemos ganar ambos Campeonatos”.

WhatsApp