La industria de bienes raíces se encuentra en el camino de aprendizaje y adaptación de procesos con aplicación de Inteligencia Artificial (IA), una herramienta que podría cambiar la dinámica del sector.
De acuerdo con Javier Prieto, el director ejecutivo de Solutions Development de la firma JLL, más de 80% de las empresas inmobiliarias tienen previsto aumentar sus presupuestos tecnológicos en los próximos tres años.
“La IA transformará el funcionamiento del sector inmobiliario. Actualmente, existen más de 500 empresas impulsadas por esta tecnología que brindan servicios como gestión de inversiones, construcción y gestión de proyectos, diseño, explotación de inmuebles, gestión de energía y servicios públicos, arrendamiento e intermediación, estudios de mercado y análisis de datos”, comentó durante un panel con expertos de JLL.
Además, Prieto compartió que diversos institutos de investigación calculan que la contribución potencial de la Inteligencia Artificial a la economía mundial superará los 15 billones de dólares.
En este sentido, se destacaron cinco impactos clave que podría tener la tecnología en el sector inmobiliario:
El cambio geográfico en el crecimiento del mercado
- Alteraciones en la demanda y rentabilidad de diferentes tipos de activos.
- Creación de nuevos productos.
- Aparición de nuevos modelos de inversión.
- Evolución de las funciones y el diseño de los espacios.
- Retos tecnológicos.
Si bien la implementación de tecnología avanzada como la IA representa la oportunidad de optimizar procesos y reducir los márgenes de error en el sector inmobiliario, también requiere importantes recursos e infraestructuras de soporte, como instalaciones de refrigeración y centros de datos, lo que significa un reto para las empresas.
Los criterios de ubicación de este equipamiento difieren de los de las oficinas tradicionales, según los expertos de JLL, por lo que factores como los precios competitivos de la energía y las regulaciones de consumo energético impulsan el crecimiento hacia mercados menos saturados.
Adicionalmente, resulta de importancia la ciberseguridad y la protección de datos, un factor que inversionistas y promotores inmobiliarios reconocen como uno de los aspectos más desafiantes al desplegar nuevas tecnologías.
“Por esta razón, se están desarrollando políticas y normativas que regulen la ciberseguridad, la calidad de los datos, los derechos de propiedad intelectual, la privacidad y la seguridad de los datos, así como para mitigar los riesgos sociales y ambientales, como las emisiones de carbono”, apuntó Prieto.