Con la brutalidad que operan los grupos del crimen organizado en México, es difícil imaginar que puedan tener algún tipo de creencia religiosa.
¿Es posible que exista una teología detrás de bandas armadas que, sin piedad alguna, secuestran, torturan, matan, desmembran a rivales y traidores, llegando al extremo de ingerir carne humana?
Claudio Lomnitz, antropólogo de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, cree que sí existe una espiritualidad que provee un sustento moral a estas prácticas delictuales.
En su libro “Para una Teología Política del Crimen Organizado”, Lomnitz se adentra en el mundo de las creencias religiosas del crimen organizado y su relación con las estructuras de poder.
En entrevista con BBC Mundo, el investigador mexicano relata las implicaciones políticas, sociales y religiosas de los cultos que funcionan en el seno de los cárteles al margen de las instituciones establecidas a partir de lo que él denomina como “soberanías paralelas” al Estado.
Es en este contexto que, según Lomnitz, surge el canibalismo de los grupos delictuales.
“El canibalismo es una transgresión al fundamento mismo de la moral pública”, dice el académico, quien agrega que “no hay una abominación mayor que esa”.
Lomnitz profundiza en esta entrevista sobre los distintos tipos de canibalismo que han existido entre los grupos criminales en décadas recientes, desde una perspectiva antropológica, buscando el sentido detrás de los rituales desarrollados por algunos de los mayores cárteles de la droga que han operado y operan en el país.
Los grupos del crimen organizado tienen sus propios cultos y creencias religiosas como usted plantea en el libro. ¿Cuáles son las implicancias políticas de este fenómeno?
México tiene un Estado, pero han ido surgiendo espacios alternativos de soberanía.
Digamos que hay varias soberanías del crimen organizado. Se visten como si tuvieran sus propios ejércitos, cobran derecho de piso, que es como recolectar impuestos, algunos grupos se autodenominan como corporaciones, es decir, desarrollan una burocracia.
Esas soberanías paralelas, ¿constituyen también un Estado paralelo?
Hay una especie de burocracia militar con una construcción incipiente de Estado. Es un intento de armar un Estado.
Otro ejemplo de esto es la típica repartición de regalos de parte del crimen organizado en tal o cual localidad para el Día de la Madre o para el Día del Niño.
O el capo que le lleva flores a todas las iglesias del territorio que controla. Esos son ejemplos de construcción de Estado, porque cuando ya estás metido en un sistema de redistribución y le das una despensa a la gente de tu territorio, estás en una construcción incipiente de Estado.
¿Se puede decir que esas soberanías dan lugar a un sistema político?
Sistema político, sí, justamente de eso se trata la teología política, porque es una manera de normalizar negociaciones cuando tienes más de una soberanía operando, como es la situación de México hoy.
Información tomada de El Universal Online