Carlos Slim, el hombre más rico de América Latina, invertirá más de 1.000 millones de dólares en la reactivación de Lakach, un proyecto para extraer gas natural de las profundidades del Golfo de México que llevaba años estancado.
Un proyecto fallido. Descubierto en 2006 por la empresa estatal Pemex, Lakach es un enorme yacimiento de 25.000 millones de metros cúbicos de gas natural situado a 1.200 metros de profundidad y a 90 kilómetros del puerto de Veracruz.
El gas natural es un recurso escaso en México debido a su histórica preferencia por el crudo, y Lakach prometía ser la joya de la corona. Pemex invirtió 1.400 millones de dólares inicialmente, pero la situación financiera de la empresa y el desinterés de otros inversores hicieron que el yacimiento fuera finalmente abandonado.
Por qué se tiró la toalla. Lakach enfrentó dos grandes barreras desde el principio: la necesidad de una alta inversión, puesto que está a gran profundidad, y los bajos precios del gas, especialmente en comparación con el gas importado de Estados Unidos.
El gas estadounidense ha saturado el mercado y ha dejado a Lakach con una rentabilidad cuestionable; es decir, un coste de extracción superior al precio al que se podría vender.
El resurgir de Lakach. Ha sido el Gobierno de México el que, en un esfuerzo por revitalizar los recursos energéticos del país, ha llegado a un acuerdo con el conglomerado de Carlos Slim para reactivar el proyecto.
Los 1.000 millones de dólares del empresario mexicano deberían ser suficientes para sacar adelante un proyecto que lleva varado desde 2016, y que ni siquiera la británica Shell y la estadounidense New Fortress Energy (NFE) lograron reactivar tras varios acercamientos con Pemex.
Con un patrimonio cercano a los 100.000 millones de dólares, Carlos Slim es la persona más rica de México y una de las más ricas del mundo. En el pasado ha sido crítico con las políticas y regulaciones del sector energético de México, que en su opinión, limitan la competencia y la eficiencia.
Importancia estratégica. La reactivación de Lakach tiene implicaciones económicas y estratégicas importantes para México, que ha visto un declive en su producción de gas natural y un incremento en su dependencia de las importaciones desde Estados Unido: en 2010, México producía más de 170.000 millones de metros cúbicos diarios. Hoy produce 139.000 millones.
En cuanto a Slim, sus inversiones en el sector energético no son una novedad (el magnate participa en la construcción de gasoductos, renta de plataformas petroleras y exploración de crudo), por lo que su participación en este proyecto es un signo de confianza.