Ciudad de México. La presidenta Claudia Sheinbaum envió este jueves a la Cámara de Diputados una iniciativa con proyecto de decreto para conservar y proteger los maíces nativos, además de declararlos como un “elemento de identidad nacional” que debe estar libre de semillas genéticamente modificadas.
En redes sociales, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara, Sergio Gutiérrez Luna, indicó que “en la próxima sesión de la Comisión Permanente se le dará turno y continuará su trámite legislativo”, al tiempo que el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, anticipó que el procesamiento de la iniciativa “será prioritario”.
El documento enviado por la mandataria recordó que hay diversas disposiciones dentro del marco normativo mexicano e internacional que protegen a los maíces nativos, al tiempo que llaman a cuidarlos mediante un régimen especial de protección que tenga un “enfoque precautorio para evitar los efectos adversos potenciales que se pueden derivar del uso de los organismos genéticamente modificados”.
Luego de destacar que México “alberga la más amplia diversidad del cultivo, representada por 59 razas de maíces nativos y sus parientes silvestres”, la iniciativa destaca que este grano “representa un acervo genético invaluable e insustituible que es fundamental para la agricultura y la seguridad alimentaria mundial”, pues “la diversidad genética de cultivos mexicanos puede brindar respuestas a retos ambientales y fitopatológicos de los cultivos”.
Esa diversidad, enfatiza, “es producto de las prácticas del manejo de maíz por parte de las familias campesinas, como son la siembra de sus propias semillas y la experimentación de nuevos materiales obtenidos por intercambio que mantienen vivos los procesos de evolución y de diversificación del cultivo”.
Los maíces nativos, “al igual que sus parientes silvestres representan bienes públicos estratégicos de México, que tienen un valor intrínseco resultado del cultivo y el manejo de los agricultores de estas tierras, quienes ha generado, custodiado, conservado y adaptado estos recursos a diversas condiciones agroecológicas durante cuando menos 8 milenios”.
Tras subrayar que el maíz es el “alimento básico y el ingrediente fundamental de la cocina mexicana”, con un consumo promedio diario de maíz por persona de 328 gramos, la iniciativa destaca que México “cuenta con la mayor diversidad genética del maíz conocí a nivel mundial”, por lo que “es responsabilidad del Estado resguardar dicha diversidad para garantizar su permanencia para las generaciones futuras”.
Por todo ello, el documento enviado por la Presidenta propone reformar el párrafo tercero del artículo 4º constitucional, así como el párrafo primero de la fracción 20 del artículo 27. De esta forma, “declara el maíz como elemento de identidad nacional”, y “establece la obligación del Estado para garantizar el cultivo de maíz libre de transgénicos en el territorio nacional”.
En el artículo transitorio cuarto del documento se indica que, “para efectos de interpretación del presente decreto, se entenderá por maíz transgénico aquel que sido modificado o alterado genéticamente, mediante la introducción artificial de una o más secuencias de ADN o ácido ribonucleico provenientes de otro organismo de otra especie usando tecnología recombinante”.