El presidente de Bolivia Luis Arce acusó a la asamblea legislativa dominada por la oposición de “estrangular la economía” al bloquear la aprobación de cerca de mil millones de dólares en créditos, lo que a su criterio está agravando el abastecimiento de combustibles que estos días alcanzó un punto crítico.
“Somos conscientes de la difícil situación coyuntural que vivimos y de las adversidades internas y externas que enfrentamos pero el pueblo debe saber que para enfrentar la situación necesitamos que aquellos grupos de senadores y diputados (opositores) dejen de estrangular a la economía”, dijo el mandatario en un mensaje el país el jueves en la noche por la televisora estatal.
Su gobierno enfrenta estos días fuertes críticas y protestas por el desabastecimiento de diésel importado cuya escasez está afectando al aparato productivo y al transporte.
Arce dijo que las importaciones del combustible se han visto afectados por el bajo caudal en la hidrovía Paraguay-Paraná que impide la llegada de las barcazas cargadas de diésel que llega desde Paraguay y Argentina para ser comercializado en el país andino. También dijo que hay dificultades por las marejadas en puertos chilenos del Pacifico que están demorando el desembarco del combustible que debe llegar a Bolivia.
Además, acusó a los opositores de bloquear la aprobación de créditos que han sido otorgados por organismos internacionales pero que no pueden ser desembolsados porque requieren la aprobación de la asamblea legislativa. Arce dijo que su gobierno puede enfrentar la situación si los opositores dan sus votos para aprobar dichos créditos, paralizados más de un año en el legislativo, desde que el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) se dividió por disputas internas.
Arce ha perdido el control de la mayoría parlamentaria por la división en el MAS y afronta un creciente clima de malestar social debido al deterioro de la economía y el alza en el costo de la vida, además su partido está fragmentado por las disputas entre el mandatario y el expresidente Evo Morales, ambos, líderes de la organización política, que buscan el control del aparato partidario de cara a las elecciones presidenciales de 2025.
Arce acusó antes a Morales de ser el principal opositor y de liderar el “boicot” del legislativo.
Por su parte los disidentes oficialistas y la oposición de centro y de la derecha acusan al gobierno de Arce de un boicot a las elecciones judiciales que permitiría renovar el Poder Judicial que según los opositores está controlado por el ejecutivo y condicionan la aprobación de los créditos a cambio de que se lleven elecciones judiciales. De por medio, la facción legislativa que es leal a Morales, ha sido señalada de obstaculizar la gestión económica de Arce para complicar una probable reelección del mandatario el próximo año.