A medida que la anticipación crece para el próximo eclipse solar el 8 de abril de 2024, algunas personas han especulado si este evento astronómico podría significar la segunda venida de Jesús. Sin embargo, tal conjetura parece carecer de una base sólida.
A lo largo de la historia, las personas han buscado significado en los acontecimientos celestiales, estableciendo paralelismos entre eventos astronómicos y profecías religiosas.
Desde los cometas en la antigua Roma hasta las conjunciones planetarias en tiempos modernos, hay un patrón recurrente de interpretar los cielos a través de lentes religiosas.
Sin embargo, un examen más detenido revela fallos en este razonamiento. Los eclipses solares no son tan raros como podrían parecer, ocurriendo en promedio 2.5 veces al año durante el último milenio.
Además, la alineación de las trayectorias de los eclipses, incluidos los eventos de 2017 y 2024, no necesariamente implica un significado divino, ya que ocurrencias similares han ocurrido en otros lugares sin una especulación similar.
En el caso del próximo eclipse, algunos han establecido conexiones entre su trayectoria y el momento de eclipses anteriores, sugiriendo un significado simbólico en la literatura bíblica.
Información tomada de The Conversation