EL QUE SE mordió la lengua, se la arrancó y la sangre salpicó hasta Chihuahua, al aprovechar que es «consentido» de Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, es el exgobernador Javier Corral, quien le ha vendido a la próxima jefa del Ejecutivo federal que él es puro, incorruptible e impoluto, cuento que doña Claudia se lo compró, así que bajo ese tenor de sentirse con calidad moral, a pesar de no tener la mínima y mucho menos ética o conocimiento alguno del Poder Judicial, más allá de corromperlo, el exgobernador expanista y hoy neomorenista, arremetió en contra de quienes critican la reforma propuesta por AMLO, la cual se aprobaría en septiembre bajo el visto bueno de Sheinbaum y la sumisión de los legisladores morenos, verdes y petistas, de los que ahora él forma parte.
Es así que lo de Corral es no tener vergüenza, y al parecer tampoco memoria, pues afirmó en sus redes sociales que quienes se oponen a la mentada reforma judicial son hipócritas, respaldan la corrupción y de pasada los culpó de provocar la volatilidad del peso y el temor de los inversionistas. ¿Ya no recordará el eterno “pluri” y actual defensor de la 4T de aquel cochinero judicial que él le ordenó ejecutar a Lucha Castro? ¿No se acordará de la manipulación de resultados por parte de la exconsejera de la Judicatura para imponer a jueces y magistrados en el 2018? ¿Que desde que asumió la gubernatura en el 2016 y a lo largo del quinquenio, él y Lucha Castro secuestraron al Poder Judicial de Chihuahua? Son preguntas para el neomorenista que incluso se atreve a acusar a los opositores de no tener autocrítica:
“Varias de las voces más críticas de la reforma judicial, que cuestionan tiempos y formas, en el fondo lo que resisten es un cambio profundo y la renovación. No hay el más mínimo sentido de la autocrítica. Porque la red de complicidad tiene hilos en la mismísima Suprema Corte de Justicia de la Nación. Son incapaces de asumir con objetividad las vastas zonas del deterioro ético, político y jurídico tanto en el poder judicial federal como en las entidades. A esa incapacidad, se agrega de manera más burda, la enorme hipocresía de quienes siendo parte o beneficiarios de esa corrupción judicial, ahora se envuelven en la bandera de la democracia frente al autoritarismo”, son palabras textuales de Javier Corral escritas ayer mismo, que bien pudieran contestar las preguntas al Corral que en su momento era gobernador.
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LOS QUE VAN en serio en eso de la renovación desde las mismas raíces, y si es preciso arrancarlas, lo harán, son los priistas del país, por supuesto incluyendo a los locales, y precisamente para alistarse para lo que será la Asamblea Nacional el próximo 7 de julio en la Ciudad de México, hoy se llevarán a cabo las Asambleas Municipales en las sedes del PRI en los 67 municipios del estado, ya que el sábado, los tricolores de los cuatro puntos cardinales de la entidad, están convocados a acudir a la Asamblea Estatal que se realizará en las instalaciones del CDE que se ubican en la colonia Dale y que preside Alex Domínguez, actual diputado federal electo por el Distrito 8.
En las Asambleas se revisarán desde los estatutos hasta el análisis de si también de Chihuahua se lleva la propuesta de cambiarle de nombre al partido más antiguo de México, incluso hasta los colores, ya que a decir de quienes están a favor de la propuesta, las siglas del PRI y el sello tricolor están más que quemados a los ojos del electorado, y como vieron que a Morena le funcionó, pues aunque se trata de un partido relativamente nuevo, no hay que ser genio para darse cuenta que se conformó de perredistas que dejaron al Sol Azteca para seguir a Andrés Manuel López Obrador, después lo llenaron de expriiistas y hasta expanistas, así que en una de esas, el PRI como lo conocemos, a partir del 7 de julio podría mutar hacia otro nombre y hasta otros colores… aunque digan algunos que ya mutó en Morena, pero faltan los que se quedan.
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SI DE PRIÍSTAS se trata, de los que sí permanecieron y no huyeron a Morena, ayer el dirigente estatal del PRI, Alex Domínguez, se reunió con tres de los diputados locales electos del tricolor que ganaron por tierra y bajo la coalición con el PAN y el PRD. Se trata de Luis Fernando Chacón, por el Distrito 13, Memo Ramírez por el 21 y Arturo Medina por el 22, quienes acudieron al llamado del dirigente estatal, precisamente para platicar de una vez cómo trabajarán desde el Poder Legislativo local.
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EN MEDIO DEL revuelo causado por un cambio de mando en la dirigencia estatal del PAN ante los resultados electorales, a pesar de que en lo local les fue bien y en lo federal ocurrió lo estrepitoso, ayer acudió a Palacio de Gobierno el presidente del CDE panista, Gabo Díaz, quien fue citado por la gobernadora Maru Campos, al parecer para revisar las impugnaciones, las que el panismo trae en contra y las que ellos mismos interpusieron, cuyas resoluciones definirán cómo quedará conformada la próxima Legislatura, con la que tendrá que trabajar la Góber en su último trienio al frente del Ejecutivo. De este modo, todos los actores políticos traen el ábaco en mano, contando los votos y analizando la ley electoral para ver cómo queda la conformación del Poder Legislativo a partir del 1 de septiembre de este año hasta el 31 de agosto del 2027. Mayoría calificada, simple o al menos un Congreso local en donde se pueda transitar con gobernabilidad.