AKylian Mbappé le toca mover ficha. El PSG le pidió un mes de silencio antes de hacer público su futuro por temas de vital importancia para la estabilidad del equipo parisino y del propio fútbol francés, como son los derechos audiovisuales del campeonato galo, en pleno proceso de venta. Desde el pasado 1 de enero, el delantero tiene las armas suficientes como para poder hablar, negociar e incluso decidir cuál será su futuro a partir del 30 de junio, pero la petición expresa de los dirigentes del club parisino hablaba de un mes de tregua. Así ha sido.
El Real Madrid, en todo momento, ha querido mantenerse al margen en el ya terminado mes de enero. Desde el club blanco han negado cualquier movimiento alrededor del francés (hay muchas maneras de hacerlo sin que lo haga nadie con el escudo en la solapa). Es más, no se había hablado de él en las diferentes reuniones mantenidas en Valdebebas hasta la última semana. Ni cuando toda la cúpula madridista estuvo una semana entera en Riad, con motivo de la Supercopa, con Florentino Pérez a la cabeza. Aquellos días sirvieron para seguir adelante con el proyecto de la Superliga, con reuniones con diferentes partes interesadas en la posible nueva competición.
A la espera de una respuesta
Sin embargo, todo ha girado en los últimos días, tal y como decíamos el pasado domingo. Ese cambio habla la ambición que demuestran los dirigentes. El Real Madrid, tal y como consideran los que mandan, puede estar cerca de dar un golpe importante sobre la mesa. Un club, en manos de los socios, se podría permitir el lujo de tener a tres de los jugadores mejor valorados en el mundo del fútbol, algo de lo que empiezan hablar y a tener meridianamente claro es que en esta ocasión sí puede ser posible.
Lo de contar en un mismo equipo y vestidos de a Vinicius, Bellingham y… Kylian Mbappé puede dejar de ser una utopía y pasar a ser una demostración de que todavía hay ciertos valores que no pueden manejar algunos clubes por mucho dinero que tengan. A los que hay que añadir, los Endrick, Camavinga, Tchouaméni, Valverde, Rodrygo…
En el pasado verano, el Real Madrid se mantuvo al margen de Mbappé. Así lo dijeron en el mes de junio y lo cumplieron hasta el último día de agosto. Por momentos parecía que en este 2024 se iba a repetir la historia, pero el club banco estaba obligado a mirar a lo que sucedía en París y así está siendo. Eso sí, todo desde la tranquilidad que da analizar lo sucedido en años anteriores y mirando el excelente comportamiento y rendimiento de la actual plantilla. La necesidad no aprieta desde el punto de vista deportivo.
El Real Madrid, además, tiene claro por donde se va a mover en lo económico para no perjudicar en lo deportivo. En todos los sentidos. En cuanto a estabilidad del club y en lo referente al orden del considerado por todos los que pisan Valdebebas como el mejor vestuario con el que han trabajado.
¿Qué pasa con Kylian Mbappé?
Por su parte, Mbappé en todo momento ha reconocido que su decisión no dañaría al PSG, dando a entender que lo hablado durante el pasado verano servía como justificación en su posible salida del club francés el próximo 30 de junio. Durante mucho tiempo, se habló de la renuncia a una cantidad de dinero (80 millones de euros) que tenía que percibir el delantero como compensación a su marcha al término de su contrato con el club de París.