Moscú. Rusia advirtió este jueves, una vez más, que se reserva el derecho de atacar “las instalaciones militares” de los países que suministren a Ucrania misiles de largo alcance, que superen el actual límite de 180 kilómetros y puedan alcanzar blancos, más allá de la zona de combates, lejos de la frontera en territorio ruso.
“Rusia se considera con derecho a usar su armamentlo contra instalaciones militares de aquellos países que permitan el uso de sus armas de largo alcance contra Rusia, y en caso de que el conflicto siga escalando, responderemos con firmeza y de forma simétrica”, reiteró a la prensa la portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova.
La funcionaria diplomática recordó que “ya en diciembre de 2024, el presidente Vladimir Putin expuso claramente la postura de Rusia hacia los países de Occidente en caso de autorizar el uso de sus misiles de largo alcance para atacar el territorio ruso”. Puntualizó: “Esta postura se mantiene inalterada”.
El coordinador de la asistencia militar de Berlín a Kiev, el general alemán Chritian Freuding, dio a conocer, el viernes de la semana pasada, en declaraciones a la cadena de televisión ZDF, que los primeros misiles de largo alcance fabricados por Ucrania y financiados por Alemania serán entregados a militares ucranianos a finales de julio.
Zajarova se adelantó unos días al hecho de que la industria militar ucrania terminó de ensamblar la primera partida de misiles Taurus alemanes, con alcance máximo de 500 kilómetros, tecnología que el canciller federal, Friedrich Merz, autorizó poner a disposición del gobierno de Volodymir Zelensky en mayo anterior.
“Es imposible usar misiles de largo alcance sin la participación directa de especialistas militares de los países que producen estos sistemas. (…) En realidad, los militares de Alemania se verán implicados directamente en la planificación y ejecución de operaciones militares contra nuestro país en caso de usar el mencionado Taurus o sus modificaciones con otros nombres”, señaló la vocera.
Agregó que, de emplearse los Taurus contra Rusia, por mucho que Alemania niegue que sus militares coordinaron ese lanzamiento, aunque formalmente se presenten como misiles ucranios, “no podrán esconder las pistas, ya que desde los primeros misiles derribados por la defensa antiaérea rusa se sabrá de inmediato dónde y cómo se fabricó dicho armamento y, lo más importante, su país de origen”.
Concluyó Zajarova: “Y ya hemos advertido sobre las consecuencias”, en alusión a que el titular del Kremlin, Vladimir Putin, afirmó (el 19 de junio, en San Petersburgo) que si un misil Taurus llega a caer en territorio ruso “equivaldría a involucrar directamente a Alemania en un conflicto armado contra Rusia” o, dicho de otra manera, podría ser interpretado por Moscú como una declaración de guerra por parte de Berlín.