Los perros y gatos son las mascotas más populares del mundo, razón por la cual un equipo de investigadores ha estudiado quiénes son más leales. El estudio en cuestión consistió en un experimento conductual, cuyos resultados fueron publicados en la revista ‘Current Biology’.
Aunque los gatos siempre han tenido fama de ser animales ariscos, solitarios e independientes, lo investigadores señalan que no debemos subestimar su potencial afectivo. Y es que los perros no son la única mascota con las que podemos crear un fuerte lazo afectivo.
Perros V.S. Gatos: ¿Quiénes son más leales?
Los investigadores pusieron a prueba la reacción de los gatos ante la ausencia de sus dueños en un entorno desconocido. Este estudio, que previamente se había realizado con perros, reveló que los caninos mostraban distintos tipos de apego hacia sus dueños.
La prueba consistió en colocar al humano y al gato en una habitación, con el propietario sentado dentro de un círculo marcado en el suelo. Si el gato entraba en el área del círculo, el humano podía interactuar con él. Luego, el dueño dejaba solo al felino en la habitación por dos minutos, antes de regresar al mismo lugar.
Todas las interacciones fueron registradas para determinar los tipos de apego que desarrollan los gato. Los resultados indicaron que los gatos tienen la capacidad de formar vínculos sociales profundos con sus dueños, aunque su manera de expresarlo puede ser diferente.
Ell estudio reveló que los gatos entre 3 y 8 meses suelen desarrollar un apego seguro con los humanos. En un segundo intento con gatos adultos, el 65.8% mostró un apego seguro, mientras que el 34.2% presentó un apego inseguro. Cuando estaban solos, los gatos con apego seguro e inseguro ambivalente manifestaron signos de angustia y mayor vocalización, mientras que los inseguros o desorganizados mostraron indiferencia.
Aunque los perros ganaron en lealtad, el estudio demostró que los gatos tienen una capacidad similar de crear un lazo afectivo, con un 65% seguro y un 35% inseguro, al igual que niños y perros. Además, pueden establecer vínculos sociales profundos con los humanos.
Según Kristyn Vitale, de la Universidad Estatal de Oregón, «al igual que los perros, los gatos muestran flexibilidad social en sus vínculos con los humanos». Y añade que «la mayoría de los gatos están firmemente apegados a sus dueños y los utilizan como fuente de seguridad en entornos nuevos», según recoge ‘Natinal Geographic’.
¿Cómo demuestran el amor los gatos?
Los gatos tienen una forma sutil pero profunda de expresar su afecto, a pesar de que no lo hagan tan explícitamente como los perros. Cuando un gato está en movimiento y explora su entorno en nuestra presencia, es una señal de que se siente cómodo con nosotros.
El lenguaje corporal, especialmente la cola, es crucial para entender cómo se sienten.Cuando se abren paso entre nuestras piernas o balancean la cola cerca de nosotros, son gestos que indican afecto. Cuando un gato se pone panza arriba justo al lado nuestro, es el mayor signo de confianza y cariño.
La vocalización también desempeña un papel crucial; el ronroneo expresa placer y satisfacción. El contacto visual es otro indicador importante. Los gatos solo hacen contacto visual con aquellas personas que les agradan, parpadeando lentamente como gesto de afecto.
Aunque pueda parecer un agresivo, el amasado o mordisqueo suave es en realidad un gesto de amor. Este comportamiento se remonta a la infancia, donde los gatitos amasan a sus madres para aumentar el suministro de leche.
Maullidos
Los gatos utilizan una gran variedad de maullidos para comunicarse tanto entre ellos como con los humanos, cada uno con un propósito específico. El maullido corto, suave y repetitivo es su herramienta principal cuando desean algo, ya sea que les abramos la puerta, les demos comida o los acariciemos. Si este enfoque no tiene éxito, pueden pasar a sonidos más graves y alargados, expresando un tono cansado y repetitivo en un intento de conseguir su objetivo.
Cuando emiten maullidos cortos y muy suaves, casi sin abrir la boca, generalmente están saludando. Este tipo de maullido suele acompañarse de miradas y acercamientos afectuosos, especialmente al volver a casa o al despertarnos por la mañana.
En situaciones de enfado o cuando desean escapar de una situación que no les agrada en absoluto, los gatos recurren a sonidos largos, más graves y más altos. Este tipo de maullido es su forma de expresar su frustración o deseo de cambiar su entorno.
Un maullido intenso y prolongado, en cambio, se utiliza más para la comunicación entre gatos, no necesariamente dirigido a los humanos. Es una forma de interacción más amplia en su comunidad felina.
Cuando los gatos emiten maullidos bajos tanto en tono como en volumen, generalmente indican malestar o enfermedad. Estos sonidos suelen ir acompañados de un lenguaje corporal decaído, sirviendo como una señal de que algo no está bien en su estado de salud.
Información tomada de OKDiario