En Stavropol Krai, Rusia, unamujer sin hogar de 60 años, conocida únicamente como Marina, vivió una experiencia digna de película de terror.
Marina se quedó dormida en un redil de una granja después de beber en exceso. Al despertar, descubrió que las ratas le habían comido las piernas mientras dormía.
Un transeúnte, horrorizado al encontrarla en ese estado, la llevó de inmediato al hospital, pero para cuando Marina llegó al hospital, la gangrena ya había avanzado en sus piernas, lo que obligó a los médicos a amputar lo que quedaba de ambas extremidades, de acuerdo con el medio News 18.
Estaba borracha y las ratas me comieron”, explicó Marina a los medios locales.
Actualmente, se encuentra recuperándose en un refugio para personas sin hogar en la ciudad, aunque las autoridades locales planean cerrarlo debido a riesgos de incendio.
Información tomada de El Imparcial