Por: Nancy De León
Tras conmemorarse hoy 19 años del evento luctuoso en la calle Libertad, honrando la memoria de los bomberos Humberto Acosta Seañez y Jorge Guzmán quienes perdieron la vida sofocando el incendio en los locales La Michoacana y Casandra, el comisario de Seguridad Pública Municipal, Julio César Salas recordó cómo vivió aquel viernes 22 de septiembre de 2006, cuando el reporte llegó pasadas las 9:00 de la mañana al 060.
¿Qué estaba haciendo ese viernes por la mañana? —Yo me encontraba como instructor ahí en la Escuela de Policía ubicada en la calle Cuarta, recibimos el llamado al jefe de Instructores, en ese tiempo era Jesús Manuel Hidalgo, traíamos una generación grande de cadetes, la solicitud que nos hicieron en todo el comando de incidentes fue llegar, apostarnos y acordonar. A mí me tocó acordonar la escena. Nos vinimos corriendo desde la calle cuarta, llegamos aquí, nos posicionamos y pues esa fue mi función, manejar a 50 a 40 cadetes, poder acordonar y poder ayudar en todas las áreas.
¿Cuánto duró este trabajo? —Se comentó que fueron más de tres horas. Aquí como policías estuvimos hasta el otro día siguiente. Yo recuerdo que estas fueron mis funciones.
A 19 años de este siniestro, ¿Han avanzado las estrategias y actuación de bomberos? —Considero que hemos avanzado mucho, me ha tocado participar en incendios grandes en esta administración, como fue el incendio del Centro (14 marzo), donde solicitamos a todos los empleados y a todos los dueños de locales, poder evacuar, lo cual evacuamos rápido.
«Yo veo mucho eso, la participación del ciudadano aquí no hubo con que, yo no me quiero salir, yo no participo, al contrario, no se sí pasaron cinco o seis minutos cuando ya teníamos evacuado todo este primer cuadro de la ciudad para poder trabajar con los bomberos, yo sí veo un alto crecimiento en la participación ciudadana con las corporaciones».
¿Cuál fue la reacción ciudadana de aquel entonces? —No se puede decir que los policías batallaron en alejar a las personas. Fue por la mañana, en viernes, aún no había mucha afluencia, se hizo un trabajo en equipo y los policías municipales, siempre dispuestos a servir y proteger.
Fue así que el comisario Julio Salas, quien en aquel entonces tenía sólo cinco años de servicio, recuerda esta lamentable anécdota, donde toda la familia DSPM se sumó a la pena de perder a dos compañeros bomberos, que hoy siguen dejando ese vacío en los corazones de sus esposas e hijos, madres y hermanos.
Este lunes, se rindió homenaje a Acosta y Guzmán, quienes quedaron ahí, bajo escombros, cumpliendo con su deber. En el evento conmemorativo se ofreció la ofrenda floral, el minuto de silencio y a los familiares de los caídos, se les hizo entrega de los cascos que portaron los elementos en vida.