Hoy es 08 de Abril de 2025, Chihuahua, MX.

Ciudad de México. En la afición de Cruz Azul las derrotas contra el América son el dolor de todos los años. Si lo único que importa es ganar, la serie de vuelta en los cuartos de final de la Copa de Concacaf (0-0 global) convierte a la suerte en una aspiración genuina. El partido puede devolver a casa a miles de aficionados celestes con una sensación de orgullo o tristeza, como si fueran protagonistas del partido y no espectadores en las gradas.

“No es sólo un juego, es el pase para estar entre los cuatro mejores”, subraya el técnico de La Máquina, Vicente Sánchez, mientras decenas de seguidores cruzazulinos alientan, muestran banderas, carteles, cantan en contra de su acérrimo rival desde la cancha principal de La Noria.

América conquistó el último de sus siete títulos en Concacaf en 2016, edición en la que llegó al Mundial de Clubes de la FIFA. Cruz Azul, otro club ganador, sigue empatado con el Pachuca en el segundo lugar de la región, los dos con seis campeonatos.

“No hay necesidad de hablar de lo que significa este clásico, tenemos que demostrar de qué estamos hechos”, señala el delantero Ángel Sepúlveda, decidido a no decir alguna palabra de más, cuando restan pocas horas del encuentro que espera como una revancha. “No nos ha tocado salir victoriosos, pero el pase está ahí. Mañana (hoy) tenemos una revancha, yo así lo veo”, recalca.

La posibilidad de cambiar la historia de eliminatorias recientes -las finales de 2013, 2018 y 2024, además de la semifinal de Liga del año pasado- produce que los integrantes de la Sangre Azul, principal grupo de animación del equipo, conviertan una sesión de entrenamiento en una pequeña sucursal del estadio Olímpico de Ciudad Universitaria.

“Vamos Cruz Azul, quereeemos la Cooopa”, gritan de las calles a la tribuna los seguidores de La Máquina, incluido el presidente Víctor Velázquez y el director deportivo Iván Alonso, ambos mezclados entre banderas, tambores y bombas humeantes que llenan de entusiasmo a cuerpo técnico y jugadores. Después de siete años de distanciamiento, los tres componentes del club –plantel, dirigencia y afición- están unidos para el encuentro contra el América.

Jardine deja atrás el pasado

“Imagino a un rival que quiere ganar, pero no más que nosotros”, responde el brasileño André Jardine, técnico del actual tricampeón del futbol mexicano, sobre el alto voltaje que provoca el clásico joven. “La estadística, los números, el pasado, no importa nada. Son 90 minutos para saber quién es el mejor. Todo lo hecho atrás se queda ahí, para bien y mal”. 

Las Águilas, que mantuvieron el cero en el juego ida, tienen la ventaja del gol de visitante. Cualquier anotación en el Olímpico vale el doble y obliga a La Máquina a imponerse en el global. Lo que afecta los planes de Jardine es la baja por lesión de su capitán Henry Martín y las molestias que presentan el uruguayo Rodrigo Aguirre, al igual que Alan Cervantes.

“Es difícil apuntar cuál es el partido más importante en la historia de este clásico”, reflexiona. “Nos enfrentamos en una final de Liga, que en su momento era la más importante; en la semifinal del año pasado, que pasó a ser lo mismo. Cuando te toca enfrentar a un acérrimo rival, cualquiera que sea, tiene un ingrediente más y con Cruz Azul no es distinto. El objetivo es estar en la final”. 

About Author

Editor

WhatsApp