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Un grupo de investigadores de instituciones científicas estadounidenses reveló que uno de los instrumentos a bordo de la sonda solar Parker de la NASA captó por primera vez el interior de una gigantesca erupción solar, conocida como eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), informa el Laboratorio de Investigación Naval de EE.UU.

De acuerdo con el Centro de Predicción del Clima Espacial de EE.UU., las CME son grandes nubes de plasma y campo magnético que son expulsadas desde la atmósfera superior del Sol, denominada como corona solar. Estos fenómenos pueden ocasionar estragos en la electrónica de los satélites y en las redes eléctricas terrestres en caso de que sean lo suficientemente fuertes.

Un nuevo estudio, recientemente publicado en The Astrophysical Journal, analizó las fotografías obtenidas por el generador de imágenes de campo amplio (WISPR) de la sonda Parker y encontró unos remolinos turbulentos dentro de la CME.

Después una investigación detallada, los científicos identificaron los remolinos como unas ondas conocidas como inestabilidades de Kelvin- Helmholtz (KHI, por sus siglas en inglés), que se originan cuando dos fluidos que se mueven rápidamente interactúan entre sí. Este fenómeno también ocurre en la Tierra cuando la velocidad del viento en un extremo de una nube es diferente a la del otro extremo, provocando la aparición de remolinos.

En el caso de los remolinos al interior de la CME, los especialistas sugieren que estos se podrían producir por la interacción entre el plasma y el viento solar de fondo, explicando que ambos fluidos se mueven a velocidades diferentes, lo que estimula el límite entre ellos.

«La turbulencia que da lugar a las KHI desempeña un papel fundamental en la regulación de la dinámica de las CME que fluyen a través del viento solar ambiental», señaló el científico Evangelos Paouris, quien destacó que la compresión de este fenómeno es importante para entender profundamente «la evolución y cinemática de las CME». También permitiría hacer previsiones sobre la llegada de las CME a nuestro planeta, además de conocer sus efectos en dispositivos espaciales civiles y militares.

La sonda solar Parker, lanzada en 2018, ha realizado hasta el momento 19 acercamientos solares. El más cercano de los encuentros tuvo lugar en diciembre del año pasado, cuando la nave espacial se situó a una distancia de 7,26 millones de kilómetros del Sol.

El próximo acercamiento ocurrirá en diciembre de este año, cuando se espera que pase a 6,16 millones de kilómetros de nuestra estrella. Según el portal Gizmodo, esto es siete veces más cerca del Sol que cualquier otra aproximación hecha por una nave espacial.

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