China está impulsando el desarrollo de chips de código abierto, una tendencia que podría reducir su dependencia de los diseños y tecnologías extranjeras y ayudarla a superar las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos.
Los chips de código abierto se basan en una arquitectura de conjunto de instrucciones (ISA) que es de dominio público y puede ser utilizada y modificada libremente por cualquier persona. A diferencia de las arquitecturas propietarias de empresas como Intel y ARM, los chips de código abierto no requieren el pago de licencias ni están sujetos a sanciones.
China apuesta por los chips de código abierto ante el aumento de los controles de exportación de Estados Unidos
Una de las arquitecturas de código abierto más populares es RISC-V, que fue desarrollada por investigadores de la Universidad de California en Berkeley en 2010. Y es que, RISC-V sirve para diseñar de todo, desde chips de teléfonos inteligentes hasta procesadores avanzados para inteligencia artificial. Continuar leyendo
RISC-V ha ganado el apoyo de gigantes tecnológicos como Google, que ofrece fabricar chips de código abierto de forma gratuita para los investigadores y las empresas emergentes.
Según un informe de Reuters, China tiene más de una docena de empresas e instituciones que trabajan en chips de código abierto, tanto para fines comerciales como militares. Esta idea se respalda a sí misma con un hecho muy sencillo, una inversión nacional de al menos 50 millones de dólares en proyectos que involucran RISC-V entre 2018 y 2023.
Algunos ejemplos son Alibaba, que ha desarrollado un procesador basado en RISC-V llamado XuanTie C908, y la Academia de Ciencias de China, que ha creado un chip de inteligencia artificial llamado Tianjic.
Los expertos afirman que los chips de código abierto podrían ofrecer a China una mayor flexibilidad y soberanía tecnológica, así como una forma de eludir las barreras comerciales. Después de todo, como dijo la Comisión de Ciencia y Tecnología del gobierno de Shanghai en un informe publicado en abril:
Por lo tanto, los chips de código abierto no son una solución mágica para los problemas de China en el sector de los semiconductores, sino más bien una estrategia a largo plazo que requiere una inversión sostenida y una cooperación internacional. Claro, hasta que Estados Unidos diga lo contrario y orille a China a tomar otras medidas.