La pelea por el descenso se presenta apasionante para lo que queda de temporada. El Alavés y el Mallorca necesitaban tres puntos para escapar de la zona caliente y ambos equipos se tuvieron que conformar con tan solo uno. Parece poco, pero después del esfuerzo, fue mucho.
Se presentaban los de Luis García al choque en uno de sus mejores momentos de la temporada. Con tan solo una derrota en 2024, los vitoriano soñaban con superar la treintena de puntos y alejar un poco más a un rival directo. Tres puntos y el golaverage en juego. Durante unos minutos acariciaron las dos cosas. No pudo ser, el Mallorca no se rindió pese a tener a la vuelta de la esquina su duelo ante la Real.
Estando Javier Aguirre de por medio, parece hasta osado dudar de que un equipo suyo vaya a competir. El vasco avisaba en la previa que no iban a pensar en el duelo copero de próximo martes y de verdad que los suyos salieron a Mendizorroza como si no existiese el Reale Arena y la Real Sociedad. Hubo rotaciones, pero nadie se guardó un gramo de compromiso. Quién sabe si alguno de los menos habituales que plantó el mexicano sobre el césped se ganó repetir en la Copa.
Con el que no debe tener muchas dudas el bueno de Aguirre es con Nastasic. Al serbio le tocó bailar con Samu y seguro que el joven delantero hubiese preferido cualquier otra pareja. Cada duelo entre ambos se convertía en una batalla de altura. Pocas veces se había visto al de Melilla sufrir tanto ante un central. Para rematar su faena, el serbio fue el encargado de rescatar un punto para su equipo cuando parecía que iban a volver a casa de vacío. No era justo para el esfuerzo de los de Aguirre.
Y como decíamos, tuvo que empatar Nastasic tras adelantarse el Alavés a balón parado. Durante buena parte del partido, la defensa del Mallorca dominó todas las acciones del juego. No solo maniataron a Samu, los Guridi, Sola y Rioja no encontraron su juego en ningún momento. Tuvo que ser desde la esquina donde encontraron el premio de gol. Benavidez, recién entrado al campo se encontró con un gran servicio de Luis Rioja para poner al Alavés con pie y medio en Primera otra temporada más.
Fue entonces cuando movió ficha Aguirre con todo. Ya daba igual lo del martes. También había hecho sus cambios Luis García. Y uno de esos cambios fue el que no pudo hacer nada ante Muriqi. El kosovar se levantó por encima de Duarte para devolver un balón al área. La pelota golpeó en la espalda de Larin y Nastasic, un central, encontró el premio de gol. Completaba así un partidazo el serbio. Ahora, el Mallorca podrá pensar en la Copa y el Alavés seguir mirando con colchón a la zona de descenso. Un punto, que es poco, a veces es mucho.
