El presente año traerá un momento «muy complejo pero interesante”, ya que coincidirán las elecciones de México y de Estado Unidos, que se empalman cada 12 años, expuso la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena. Ante ese escenario, expresó: “Ojalá no se reduzca a un duelo de estridencias, porque hasta ahorita, ahí vamos, y que podamos vencer a los mercaderes del miedo, los que apuestan al aplauso fácil, sirviéndose de la xenofobia, del racismo, de la discriminación; los oportunistas de la ignorancia que a cada dificultad imputan siempre la responsabilidad a otros”.
Al inaugurar la XXXV Reunión de Embajadores y Cónsules, en la sede de la secretaría, Bárcena hizo un llamado al cuerpo diplomático mexicano para explicar en el mundo el modelo del humanismo mexicano del gobierno de López Obrador; recalcó que sí hay una estrategia para atender la migración con base en principios humanistas; lamentó que en el mundo hay “dos guerras incomprensibles”; anticipó una serie de aciones para impulsar la igualdad de género dentro de la cancillería, y dejó entrever una posible visita a México del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el presente año.
Encargada de iniciar la serie de conferencias y encuentros que tendrán a lo largo de la semana los embajadores y cónsules mexicano, la canciller recalcó a los diplomáticos que frente los retos por el periodo electoral, “nosotros, usted, juntos, tenemos una misión para contrarrestar esto, con base en la realidad y la evidencia, que tenemos que mostrar que nuestra diáspora, que nuestras mexicanas y mexicanos en el exterior y en el país, somos profesionales, no somos delincuentes, no somos víctimas tampoco, somos profesionales que luchamos”.
Insistió que se debe cambiar la “narrativa electorera” con realidades de lo que es México hoy, y recordó que México es el principal socio comercial de Estados Unidos. A la vez, la inversión extranjera en el país llegó a 15 mil millones el año pasado y tan sólo en el presente mes se han acumulado 13 mil 500 millones.
“Vemos con optimismo el nearshoring y la relocalización (de empresas), y la oportunidad de superar esta disyuntiva entre una narrativa electorera negativa, y una narrativa positiva de que estamos generando la región geoeconómica más importante del mundo, pacífica, y con gran potencial para ser la más dinámica desde varios puntos de vista”, agregó la funcionaria federal.
En el cierre de la administración del presidente López Obrador, Bárcena destacó que con el modelo del humanismo mexicano hay un “profundo momento de transformación” en el país, aunque “hay en el mundo un relato sesgado sobre los pasos que ha avanzado nuestra nación. Hay quienes cultivan la nostalgia por un estado de las cosas anterior, donde el poder político concentrado rendía cuentas al poder económico concentrado. De bandera propia o ajena nos acusan de populismo en cada avance de derechos, o describen como demagogia dar voz al interés tanto tiempo silenciado de algunos de los desprotegidos. Entonces, hay un retrato gris, un retrato interesado de quienes preferirían volver al pasado, pero hoy México tiene otros colores”.
“También sé que quizá no todos estemos totalmente de acuerdo con las transformaciones que se están propuesto, sin embargo, creo que estamos sí, todos de acuerdo, en que los valores del humanismo mexicano se han hecho presentes en nuestra política exterior y han definido nuestras posiciones que tenemos ante el sistema internacional: el respeto irrestricto a la soberanía propia y a la ajena; la reivindicación de la libertad como principio esencial… el asilo a los perseguidos como sello de identidad; la construcción del multilateralismo como herramienta de la razón. Éstas son y siguen siendo las banderas de México”, señaló.
Sobre los mexicanos radicados en Estados Unidos, sostuvo que México cuenta con la red consular más grande que un país tenga en otra nación. Explicó que en conjunto con los 131 millones de mexicanos, hay 12 millones de mexicanos de primera generación que viven fuera de las fronteras, la mayoría en Estados Unidos. Además, tras la reforma para ampliar el concepto de nacionalidad en 2021, lo que permite considerar a la población nacida fuera del territorio a mexicanos de “segunda, tercera o cuarta generación que están fuera de nuestro país y que alcanzan casi 40 millones de personas”.
Mientras que, sobre los flujos migratorios de diversos países de Latinoamérica y el Caribe que pasan por territorio mexicano, dijo que es un tema de preocupación para la secretaría a su cargo, y definió que la ribera del Río Bravo “en realidad a veces se ha convertido justamente yo diría en un lugar tétrico para muchos migrantes”.
El Presidente le dio la tarea de coordinar a todas las secretarías del gobierno para este tema, lo que reconoció es “un asunto redifícil porque no necesariamente la operatividad de la gestión migratoria está en nuestras manos, sin embargo, lo hemos hecho con mucho gusto”.
No obstante, aseguró que México sí tiene una estrategia de migración, que les presentará en las reuniones que tendrán a lo largo de esta semana.
Al reiterar que una comitiva de funcionarios estadunidenses visitaron recientemente el país para abordar el tema migratorio, dijo que el próximo 19 de enero irá la comitiva mexicana a Washington para dar continuidad a este tema.
El fenómeno, que es mundial, ha dejado desafíos enormes, agregó. Lo ejemplificó con el número de solicitudes de asilo en México es el mayor después de Alemania y Estados Unidos a nivel global, tenemos 140 mil solicitudes de condición de refugio”. Es un tema complejo porque muchos no califican para obtener el derecho de asilo y buscan más bien oportunidades económicas.
Respecto a los diversos temas en materia diplomática que tendrán repercusión este año, “año dual con Brasil, que nos acerca a nuestras sociedades”, e indicó que “hay mucho que hacer, porque con Brasil nos unen muchas cosas y creo que nuestros jefes de Estado comparten una amistad muy fraterna que la vamos a poder, creo yo, coronar con una visita de Lula muy pronto a México”.
En su exposición, Bárcena apuntó que, si bien México ha avanzado en igualdad de género, “en nuestra diplomacia, no; en nuestro servicio exterior, no; en nuestra cancillería, no. Entonces, tenemos que trabajar en estos próximos ocho meses para avanzar aunque sea un poquito y para que los hombres de esta cancillería entiendan algunas decisiones que vamos a tomar para facilitarle el camino a las mujeres”.
En la rama diplomática consular, de cada tres una funcionarios, una es mujer. Se trata de una “asimetría” que no se debe continuar, añadió al llamara a actuar con una política exterior feminista. Y enseguida, les dijo a los diplomáticos: “Nadie quiere reemplazar a los hombres, no se asusten, lo único que queremos es el poder… nada más”. La reacción fue una mezcla entre risas y aplausos.
