Antes de tomar el avión en Hanói para regresar a Moscú al término de su gira asiática la noche de este jueves, el presidente Vladimir Putin quitó importancia al acuerdo de asociación estratégica que selló con Corea del Norte y qué generó preocupación en muchas capitales, Seúl en primer lugar.
“La República de Corea no tiene nada de qué preocuparse porque nuestra ayuda en el ámbito militar, según el acuerdo que firmamos, se aplica sólo si se produce una agresión contra uno de los firmantes”.
Indicó que Corea del Sur no está planeando una agresión contra su vecino y, en ese sentido, “no hay necesidad de temer nuestra cooperación en ese ámbito”, afirmó ante el grupo de reporteros rusos que lo acompañaron a Corea del Norte y Vietnam.
En cambio, Putin dijo que sería un error grave si Seúl suministra armamento letal a Ucrania y, si llega a hacerlo, “Rusia se verá obligada a tomar decisiones adecuadas que no le van a gustar a las autoridades de Corea del Sur”. Insistió: “Sería un enorme error, espero que no suceda”.
El Kremlin no ha publicado el texto completo del acuerdo, pero la agencia central de noticias norcoreana difundió este jueves la cláusula de defensa mutua que dice que “si una de las dos partes se ve sometida a una situación de guerra, debido a una invasión armada de un país individual o de varias naciones, la otra parte le brindará sin demora ayuda militar y de otro tipo, movilizando todos los medios en su poder en consonancia con el Artículo 51 de la Carta Magna de la ONU y las leyes de la República Popular Democrática de Corea y la Federación de Rusia”.
En vista de que Estados Unidos y sus aliados cometen lo que denominó una acción “cercana” a la agresión al proporcionar armas a Ucrania que ésta “usa contra nuestro territorio, aunque creen que no están en guerra con nosostros”, Putin no descarta entregar armamento a Corea del Norte.
Enfatizó: “Esto es lo que ya he dicho, incluso en Pyongyang: nos reservamos el derecho de suministrar armas a otras partes del mundo. Teniendo en cuenta nuestros acuerdos con Corea del Norte, no lo excluyo”.
El mandatario ruso espera que el acuerdo con Corea del Norte “sea en cierta medida un elemento disuasorio” para evitar que la crisis coreana, que tiene un carácter latente, derive en un conficto armado.
En cuanto a lo que afirmó en Pyongyang de que “habría que revisar” las sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Corea del Norte es “consciente de que en la situación actual será prácticamente imposible hacerlo por medios convencionales”.
Sin embargo, aseveró, “es necesario trabajar en ello, y es necesario demostrar, por ejemplo, como con la migración laboral, que ciertos instrumentos propuestos y acordados en su día, por supuesto, bajo la disposición de Estados Unidos, pierden toda fuerza, significado y origen humanitario de aquello para lo que fueron introducidos”.
La visita a Vietnam
Rusia y Vietnam dieron muestras de cercanía este jueves durante la visita oficial del presidente Vladimir Putin a Hanói, en la que se firmaron once acuerdos y un memorando de entendimiento en áreas como energía, educación y ciencia, además de una declaración conjunta donde expresan el compromiso de profundizar su relación bilateral, incluyendo la cooperación en materia de defensa.
Putin arribó a la capital de Vietnam la madrugada de este jueves y se entrevistó tanto con su colega, el presidente To Lam, como con el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, la máxima autoridad del país asiático.
A diferencia de Corea del Norte, Vietnam mantiene ascendentes relaciones con Estados Unidos y China, así como adopta una posición neutral hacia el conflicto en Ucrania y práctica una política exterior que se ha dado en llamar “diplomacia del bambú”, que busca quedar bien con todas las potencias sin comprometerse con ninguna.
De ahí que esta visita de Putin –primera en diez años y un año después de los viajes a Vietnam de los presidentes estadunidense, Joe Biden, y chino, Xi Jinping– se interprete como un intento de propiciar un acercamiento entre Moscú y Hanói y, a juicio de observadores locales, cumplió su propósito al recibir un trato cordial, aunque sin la pompa norcoreana, y con una decena de acuerdos, aunque más bien modestos.