Apple Inc. tiene que dejar de vender en Estados Unidos sus relojes inteligentes Series 9 y Ultra 2 con función de oxígeno en sangre, tras sufrir otro revés legal en su disputa de patentes con Masimo Corp.
Este miércoles, el Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de Estados Unidos se negó a conceder a Apple una prórroga de la prohibición de importación de los dispositivos, impuesta por la Comisión de Comercio Internacional.
La sentencia obliga a la empresa a dejar de vender los relojes con la función de medición de oxígeno mientras se resuelve el recurso contra la prohibición, un periodo que Apple cree que podría durar un año o más.
La decisión significa que Apple probablemente tendrá que recurrir a su plan alternativo: vender relojes sin la herramienta de oxígeno en sangre, que viola las patentes de Masimo.
Apple ha desarrollado una solución informática a la prohibición que elimina la función de sus dispositivos. La semana pasada, la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos aprobó versiones rediseñadas de los relojes sin el lector de oxígeno.
Las acciones de Masimo subieron un 2,1 por ciento a 122,57 dólares tras la decisión, alcanzando su nivel más alto desde agosto. El Consejero Delegado Joe Kiani dijo en un comunicado que el desarrollo es una “victoria para la integridad del sistema de patentes estadounidense”.
Kiani añadió que la decisión “afirma que incluso las empresas más grandes y poderosas deben respetar los derechos intelectuales de los inventores estadounidenses y atenerse a las consecuencias cuando son sorprendidas infringiendo patentes ajenas.” Apple no respondió a las peticiones de comentarios.
La batalla judicial ha puesto en peligro una de las mayores fuentes de ingresos de Apple en su mercado nacional, una situación sin precedentes para el gigante tecnológico. Los relojes son una pieza central de la división de wearables, hogar y accesorios de la compañía, un negocio que generó más del 10 por ciento de los ingresos el año pasado, o casi 40 mil millones de dólares.
¿Por qué Apple ya no puede sus vender sus nuevos Apple Watch?
La ITC dictaminó en octubre que los últimos relojes de Apple violan patentes relacionadas con la medición del oxígeno en sangre, un área conocida como oximetría de pulso. Eso llevó a Apple a suspender las ventas de los smartwatches justo antes de Navidad, aunque una suspensión provisional permitió a la empresa volver a comercializar los productos a finales del mes pasado.
Según la ITC, el perjuicio que Apple dijo que sufriría por la prohibición “no es incuantificable, sino más bien especulativo”. Apple sostiene que la resolución de la ITC es errónea y debe ser revocada.
Masimo había instado al Circuito Federal a rechazar la solicitud de prórroga, argumentando que Apple tuvo casi tres años para anticiparse a una prohibición y “no puede quejarse de las consecuencias de su propia incapacidad para prepararse para la exclusión.”
Apple rechazó los argumentos de la ITC y de Masimo de que su capacidad para seguir vendiendo el Apple Watch SE no infractor significa que cualquier daño a la reputación derivado de la prohibición no puede ser verdaderamente irreparable.
También criticó el producto que la disputa comercial se inició para proteger, el reloj W1 de Masimo, diciendo que no existía cuando Masimo presentó su queja, no se colocó en el canal de consumo y se vende solo en cantidades insignificantes “mucho más de dos años después de que esta investigación comenzó en la falsa premisa de que Masimo tenía una industria nacional establecida.”
El tribunal de apelaciones dijo en una breve orden el miércoles: “No llegamos a ninguna conclusión sobre el fondo de la apelación.” El panel dijo que la suspensión temporal expirará a las 5 p.m. hora del Este el jueves.
Apple, con sede en Cupertino, California, añadió el sensor de oxígeno en sangre a sus relojes en 2020 con la Serie 6. Masimo, una compañía de dispositivos médicos, demandó a la compañía ese mismo ese año, alegando que el fabricante del iPhone violó varias de sus patentes de tecnología de salud y robó sus secretos comerciales.
Con información de El Financiero