Las finanzas públicas de México podrían verse beneficiadas por un mayor precio del petróleo, de acuerdo con las estimaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en los Criterios Generales de Política Económica.
Las estimaciones muestran que, por cada dólar que se encarezca el precio del petróleo, se podrán obtener 13,100 millones de pesos de recaudación extra este año.
“Un aumento en el precio del petróleo incrementa los ingresos por exportaciones de petróleo más que el incremento de los gastos por importación de hidrocarburos para Petróleos Mexicanos (Pemex)”, explicó la dependencia a cargo de Edgar Amador Zamora.
Para este año, el gobierno de Claudia Sheinbaum prevé recaudar 1 billón 142,000 millones de pesos por concepto de ingresos petroleros, esto con un precio estimado de 57.8 dólares por barril.
Sin embargo, ante los acontecimientos ocurridos el fin de semana pasado, donde el gobierno estadounidense bombardeó tres instalaciones nucleares de Irán –uno de los 10 mayores productores de petróleo del mundo– y en respuesta, el Parlamento iraní ha llamado a cerrar el Estrecho de Ormuz, paso obligado de los buques petroleros, por lo que se espera que el precio del petróleo se dispare.
Previo al ataque de Estados Unidos, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) había estimado que el conflicto entre los países podría llevar a que el precio de la mezcla mexicana aumentara hasta 100 dólares por barril
Con datos al 18 de junio pasado, el precio de la mezcla mexicana había alcanzado 70.23 dólares por barril.
En tanto, en lo que va del año la plataforma de producción petrolera se ha mantenido por debajo de lo estimado. A abril pasado, pese a que la estimación era de 1.87 millones de barriles diarios de petróleo, se lograron sólo 1.69 millones, es decir, 9.4% menos de lo planeado.
Escenarios
Jorge Cano, coordinador del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, indicó que existen tanto un escenario positivo como uno negativo para las finanzas públicas ante la situación actual.
En el escenario positivo, indicó que los mayores ingresos petroleros ayudarán al gobierno en un año donde los recortes al gasto público han sido una constante para lograr la consolidación fiscal. De esta manera, una mayor recaudación petrolera llevará a que sea más fácil reducir el déficit fiscal a 3.9% del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, del lado negativo, Jorge Cano recordó con el aumento del precio del petróleo también se incrementa el precio de la gasolina, por lo que el gobierno activa los estímulos fiscales que puede ocasionar una pérdida de recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) mayor al beneficio que se obtenga por los ingresos petroleros extra.
“Haciendo caso a la historia, es probable que se dé el escenario negativo. Hay que tomar en cuenta que, con el aumento del petróleo, aumenta el precio de la gasolina y el gobierno siempre está dispuesto a otorgar subsidios, es decir, dejar de cobrar este impuesto e incluso dar estímulos adicionales como lo vimos en el 2022”, señaló Cano.
En el 2022, ante el elevado precio del petróleo, el gobierno no sólo aplicó el estímulo fiscal del IEPS a gasolinas a 100%, sino que también creó un estímulo fiscal complementario para suavizar el incremento del precio de la gasolina.
Ese año, se obtuvieron alrededor de 269,000 millones de pesos extra por ingresos petroleros; sin embargo, los estímulos fiscales a los combustibles representaron un costo de 397,000 millones de pesos, es decir, no se logró compensar con los recursos excedentes por la renta petrolera.
Pemex ganador
El investigador de México Evalúa destacó que, aún en un escenario negativo, Petróleos Mexicanos (Pemex) sería una de las empresas ganadoras ante el repunte de los precios del petróleo.
“Pemex va a ser favorecida por los mayores precios del petróleo, ya que la renta petrolera se distribuye actualmente en favor de la petrolera con el esquema del Derecho Petrolero del Bienestar, donde 70% de los ingresos son para Pemex y 30% para el gobierno federal. Si se dan los estímulos fiscales, el que pierde es el gobierno federal, no Pemex”, explicó.
Pemex, una de las petroleras más endeudadas a nivel global, ha sido apoyada en diferentes ocasiones por el gobierno federal para tratar de arreglar su situación financiera.
Para este año, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), se aprobó una línea presupuestal de 136,000 millones de pesos para la petrolera, con el fin, principalmente, de ayudar a pagar la deuda que mantiene la empresa.
De estos recursos, la empresa pública utilizó 80,000 millones de pesos de esta línea al cierre del primer trimestre del año, lo que representa 59% de los recursos totales.
