Lamine Yamal volvió al equipo titular y el Barça recuperó el sabor de la victoria. Casualidad o no, la presencia del joven canterano en el XI inicial de Hansi Flick fue clave para exlicar la goleada del líder, que cinco partidos después de anotar una manita en Belgrado volvió a hacerlo en Mallorca. Curiosamente fue ante el Estrella Roja el último partido en que Lamine fue titular hasta volver a serlo en Son Moix.
«Lamine es muy importante para nosotros porque desequilibra y es un delantero con mucho talento y calidad. Hoy pudo marcar en la primera parte y ha vuelto a hacer un gran partido». refirió Flick al referirse a Lamine Yamal, que tras hacer un primer tiempo discreto… se puso los galones tras el descanso.
Provocó un penalti de Mojica que, transformado por Raphinha, devolvió la calma y cuando aún suspiraba con volver a empatar el Mallorca se inventó una monumental asistencia con el exterior de su pie para que Raphinha sentenciara la victoria.
Luego llegó la goleada y la recuperación de la felicidad en azulgrana, explicado todo a través de un todavía menor de edad que, partido a partido, crece, mantiene y muestra sus galones.
No es Messi, desde luego que no. Y no es descabellado apostar a que nunca alcanzará la trascendencia futbolística del astro argentino… Pero el Barça tiene en él a un futbolista tan diferente como desequilibrante. Y llamado a ser el líder de un futuro cada vez, cada día, a cada partido, más próximo.