Puede que si te hablamos de Nicolas Puech no te suene de mucho. Sin embargo, si añadimos que su segundo apellido es Hermés, comienzan a verse los vínculos con una de las marcas de moda más exclusiva del mundo.
Nicolas Puech Hermés, el heredero de los Hermés. Nicolas pertenece a la quinta generación de la familia que ha dado su apellido a piezas de moda que visten estrellas internacionales como Madonna, Nicole Kidman Julianne Moore o Jennifer López. Según fuentes de El País, la firma francesa facturó más de 11.000 millones en 2023 y su valoración está por encima de los 202.000 millones de dólares.
A sus 81 años, Nicolas es el propietario del 5,7% de las acciones de la compañía. Eso lo deja como el principal accionista privado de todo ese imperio de la moda que no solo le ha dado una discreta vida llena de lujos, sino que también dejará una jugosa fortuna a sus herederos. Aquí es donde comienza lo verdaderamente llamativo de esta historia.
La herencia de Nicolas. La fortuna de Nicolas es estima entre los 9.500 y los 10.600 millones de euros. Unos 13.900 millones de dólares según Forbes. Sin embargo, al estar soltero y sin descendencia, su herencia sería algo más complicada de repartir. Por ello, el millonario suizo tomó una decisión: adoptar a su jardinero y, como único hijo que sería, nombrarlo principal heredero de todos sus bienes.
En su cabeza sonaba genial, pero pronto se enfrentaría a los problemas legales que implica adoptar a un hijo con 51 años que ya está casado y con hijos.
Jadil, su jardinero de confianza. Según publicaba El Mundo, Jadil comenzó a trabajar para Nicolas cuidando el jardín y haciendo pequeñas chapuzas en la finca que el millonario tiene en Aracena (Huelva) con poco más de 18 años. El joven, de origen marroquí, pronto se ganó la confianza del millonario convirtiéndose en su mano de derecha.
En esa misma finca onubense, Jadil conoció a su esposa, Paz, cuando trabajaba como secretaria de Nicolas. Ambos tienen hijos y han vinculado su vida a ayudar al millonario como asistentes personales y asesores.
Problemas legales por la adopción. Desde el punto de vista legal, la adopción de adultos, aunque inusual, es perfectamente legal en Suiza, lugar donde el millonario tiene fijada su residencia habitual. Sin embargo, la legislación helvética condiciona el reconocimiento de la adopción a que exista un vinculo desde que el adoptado era menor. Algo que no se da en este caso ya que el millonario conoció a su “hijo” cuando comenzó a trabajar para él.
En cualquier caso, de reconocerse la condición filial, el legítimo heredero recibiría al menos el 50% del patrimonio de Nicolas.
Desavenencias con el clan Hermés. Hace una década, LVMH con Bernard Arnault al frente, inició una agresiva campaña para hacerse con el control de Hermés, tentando a los herederos con importantes sumas de dinero por sus acciones. Para protegerse del envite del hombre más rico de Francia, los Hermés se enrocaron creando un entramado empresarial que diluía la propiedad individual de las acciones de la firma de lujo, quitando a los herederos la potestad directa para vender las acciones de la compañía familiar por su cuenta. Solo Nicolas quedó fuera de ese consorcio.
En contrapartida, el heredero donaría toda su fortuna (y su posición en Hermés) a la Fundación Isócrates, que lucha contra la desinformación. La decisión de adoptar a su jardinero dejaba fuera a la fundación como principal receptora de la herencia de Nicolas, algo que desde la fundación están dispuestos a permitir: «Sobre la base de la información en poder de la fundación, este deseo de anular abrupta y unilateralmente el acuerdo sucesorio parece nulo e infundado», asegura su secretario general, Nicolas Borsinger.
Herencia en vida de Nicolas. Tal y como publicaba el medio suizo Tribune de Genève, el nuevo heredero de Nicolas no ha necesitado esperar al fallecimiento de su padre adoptivo para comenzar a disfrutar de su fortuna. Jadil y su familia ya disfrutan de una villa en la localidad suiza de Montreux, donde también reside el millonario, valorada en 4,14 millones de euros, así como una villa en Marrakech valorada en 1,5 millones de euros. La nueva familia del millonario, también firmó la compra de una cincuentena de fincas agrícolas en España y Portugal, según afirman desde el diario suizo.
Estos “regalos” preocuparon al gestor de la fortuna de Nicolas, que se mostró en desacuerdo con los movimientos financieros hacia la pareja, lo cual terminó con el despido de este gestor en septiembre de 2022. El medio helvético asegura que, según personas cercanas al millonario, “Nicolas Puech goza de buena salud, tiene su capacidad de discernimiento, tiene toda su capacidad mental» por lo que, aunque llamativas, sus decisiones son legítimas y válidas.