El multimillonario Elon Musk declaró el pasado domingo que no tiene intenciones de abandonar EE.UU. en un futuro próximo, ya que, a pesar de que se establezca en Marte, este planeta se convertirá en territorio estadounidense.
«Si el barco de EE.UU. se hunde, todos nos hundimos con él. Esto es algo que intento decirle a la gente del sector comercial, si el barco de EE.UU. se hunde, su empresa no sobrevivirá», indicó Musk en un mitin en apoyo a Brad Schimel, candidato a la Corte Suprema de Wisconsin.
El también jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental mencionó que su destino está ligado al de EE.UU. «No creo que podamos irnos a otro país y estar bien. Moriré en EE.UU. No me voy a ninguna parte. Podría ir a Marte, pero formará parte de EE.UU.», recalcó.
The Wall Street Journal informó recientemente que Musk está revisando los programas y gastos de la NASA para reasignar fondos federales para priorizar las misiones tripuladas a Marte. En una entrevista a mediados de este mes, el empresario señaló que pretender construir «una civilización autosuficiente» en el planeta rojo en los próximos 20-30 años.