Durante los últimos años hemos presenciado en directo cómo el precio de las tarjetas gráficas ha variado enormemente. Esta pesadilla para los jugadores ha estado impulsada por una variedad de factores como la criptominería, la escasez de chips de la pandemia o los aranceles que Estados Unidos impulso a los productos fabricados en China.
Los aranceles, que entraron en vigor hace unos cinco años durante la administración de Donald Trump, llevó a varios fabricantes de GPU ha anunciar aumentos en el precio de sus productos. La Casa Blanca de Joe Biden, sin embargo, lleva aplicando una suspensión “temporal” a los aranceles de las gráficas desde marzo de 2022.
Todo podría haber cambiado hace una semana
El mencionado movimiento de Estados Unidos se materializó a través de un centenar de exclusiones sobre el esquema de aranceles que debieron ser renovadas una y otra vez. La última estaba programada para expirar el pasado 31 de mayo, lo que marcaría el regreso de los mencionados aranceles y un presumible aumento de precio de las GPU.
Afortunadamente, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés) publicó un aviso antes de la fecha límite en el que anunció que Estados Unidos seguirá sin aplicar aranceles a las GPU hasta el 31 de mayo de 2025. Y, a partir de esa fecha, podrán extender el plazo límite una vez más.
La USTR es clave en toda esta historia. Estamos hablando de la oficina que asesora al presidente en asuntos comerciales internacionales y que en esta ocasión ha recomendado prorrogar una vez más la vuelta de los aranceles de la era de Trump para dar más tiempo a los fabricantes estadounidenses a trasladar su producción fuera de China.
Y aquí es donde encontramos un punto interesante. ¿Recuerdas que decíamos que en 2022 Biden puso en marcha una suspensión temporal a los aranceles? Pues bien, esta medida se produjo después de que fabricantes estadounidenses como NVIDIA y Zotac suplicaron un alivio al Gobierno porque muchas de sus fábricas estaban instaladas en China.
Los aranceles estaban perjudicando a las empresas que en cierto modo debían proteger. En ese momento la USTR entendió que estas firmas habían tenido dificultades para trasladar su producción fuera del gigante asiático por los desafíos que representó la pandemia, pero la petición sigue en pie: si quieren evitar los aranceles, deben mudar sus fábricas.
Si bien todo esto tiene como protagonistas a Estados Unidos y China, no es ningún secreto que el precio de las tarjetas gráficas ha aumentado a nivel global, por lo que la vuelta de los aranceles podría afectar el presupuesto de los consumidores que también están fuera de Estados Unidos.
No es posible predecir qué sucederá el 31 de mayo de 2025. Para ese entonces puede que la Casa Blanca siga bajo las riendas de Biden o, por el contrario, que se encuentre bajo las de Trump. Tampoco está claro si los fabricantes finalmente trasladarán el core de su producción fuera de China, presumiblemente a otros países como Taiwán o India.