Una cosa ya parece segura sobre el 2024: la Inteligencia Artificial (IA) tendrá que empezar a generar dinero, pero la de que pueda hacerlo será otro asunto.
El entusiasmo por la IA generativa detonado por el chatbot de OpenAI fue el tema dominante para los inversionistas durante el 2023. El Nasdaq Composite saltó 43 por ciento durante el año, su segundo mejor desempeño anual en 15 años. Mientras tanto, las empresas de tecnología y comercio electrónico del S&P 500 promediaron un avance del 57 por ciento, más del doble del desempeño general del índice en todo el año. Los índices que siguen subsectores como chips y software registraron sus mejores ganancias anuales desde el 2009, cuando el mercado se estaba recuperando de la crisis financiera mundial.
Pero es posible que el nuevo año ya esté dando lugar a perspectivas más austeras. Las acciones tecnológicas cayeron bruscamente el martes pasado, con algunas de las que registraron mayores ganancias en el 2023 registrando las caídas más pronunciadas. Eso incluye a fabricantes de chips como Nvidia, Intel y Advanced Micro Devices, junto con competidores de software como Salesforce, Adobe y ServiceNow.
Las empresas tecnológicas de gran capitalización conocidas como las Siete Magníficas promediaron un retroceso de casi 2 por ciento en ese día, lo que equivale a una pérdida de más de 238 mil millones de dólares en valor de mercado combinado.
La resaca provocada por el bombo y platillo de la IA no fue la única culpable. Las acciones de Apple cayeron más de 3 por ciento el martes después de que Tim Long, de Barclays, redujo su calificación de las acciones a «vender», citando una demanda tibia en su mayoría por los iPhones más recientes.
Pero es la gran racha especulativa del año pasado la que añadió riesgo al sector tecnológico en general. Pocas empresas, aparte de Nvidia, están ganando mucho dinero ya con la IA.
Muchas empresas de tecnología también sufrieron despidos importantes y otras medidas de reestructuración durante el año pasado a medida que el negocio se desaceleraba. Las tasas de crecimiento de los respectivos negocios de computación en la nube de Amazon, Microsoft y Google se redujeron notablemente en el 2023 en comparación con años anteriores, a medida que los principales clientes corporativos emprendieron esfuerzos de optimización para recortar sus facturas.
Aun así, los precios de las acciones de Amazon, Microsoft y Alphabet, matriz de Google, registraron avances durante el año. Las acciones de Microsoft subieron 57 por ciento (su mejor desempeño anual desde 1999) hasta alcanzar un récord. La acción también terminó el año en más de 33 veces las ganancias futuras, 18 por ciento por encima de su promedio de cinco años, de acuerdo con FactSet.
La estrecha relación de Microsoft con OpenAI y su agresiva adopción de funciones similares a ChatGPT en sus productos, desde Word hasta PowerPoint y el motor de búsqueda Bing, le han brindado a la afamada compañía de software la percepción de liderazgo inicial en la carrera de la IA.
Pero Microsoft ya tiene un negocio enorme que le genera más de 218 mil millones de dólares en ingresos anuales, frente a los cuales la IA necesitará producir un gran crecimiento nuevo para mover la aguja, y muchos de los grandes clientes corporativos de la compañía todavía están determinando cómo quieren utilizar la tecnología, lo que podría significar una actividad de inversión limitada en el corto plazo.
En una encuesta realizada a directores de informática durante el mes pasado, Brent Thill, de Jefferies, señaló que la IA y el aprendizaje automático «no son los principales motores que explican por qué los clientes pretenden aumentar el gasto en la nube». Toni Sacconaghi, analista en Bernstein, señaló en un reporte del 19 de diciembre que «los directores de informática en general aún están en la fase de exploración de la IA» después de realizar su propia encuesta.
Adobe ya ha mostrado cómo puede lucir la decepción con la IA. El precio de las acciones del fabricante de software subió más del 85 por ciento el año pasado antes de su informe fiscal del cuarto trimestre presentado por la compañía el mes pasado. Los inversionistas tenían grandes esperanzas de que las nuevas herramientas GenAI de Adobe, como Firefly, desatarían un aumento en la demanda, pero Adobe terminó usando el informe para proyectar sólo un crecimiento del 10 por ciento en ingresos para el nuevo año fiscal, un nivel estable en comparación con el desempeño del año anterior y una cifra que la mayoría de los analistas consideraron conservadora por parte de Adobe. La acción ha caído aún así más del 7 por ciento desde entonces.
Un cambio similar en el sentimiento podría afectar a muchos de los reportes del cuarto trimestre del sector tecnológico que comenzarán a finales de este mes. «Nos preocupa que los beneficios de la IA puedan materializarse más tarde de lo que muchos anticiparon», escribió Patrick Colville, analista de software en Scotia Capital, en una nota a los clientes antes del receso por la temporada decembrina.
En un reporte propio alrededor de las mismas fechas, Alex Zukin, de Wolfe Research, escribió que «nos encontramos en el pico del bombo publicitario sobre la IA con una probable caída hacia el pozo de la desilusión, al tiempo que los dólares de ingresos reales de la GenAI tardan más en materializarse y rinden, como máximo, un alza de un dígito bajo a las estimaciones de ingresos del año calendario 2024».
Así, podría tardar un tiempo para que los costosos chatbots de la tecnología demuestren que no son puras habladas.