Hoy es 07 de Febrero de 2025, Chihuahua, MX.

Ciudad de México. Victoria Rodriguez Ceja, gobernadora del Banco de México (BdeM) considera que el panorama inflacionario permitirá que se continúe con el ciclo de recortes de tasas, manteniendo una postura restrictiva; sin embargo, reconoció que el instituto se enfrenta a la incertidumbre relacionada con los posibles efectos de las políticas que pueda adoptar la nueva administración de Estados Unidos, encabezada por Donald Trump. 

Al participar en el panel «Retos futuros de la política monetaria en las Américas” en el marco de la Conferencia Chapultepec organizada por el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), la encargada de la política monetaria del país, destacó que dada la alta integración económica de México y EU, si las políticas afectan flujos comerciales y financieros, el efecto sobre la economía mexicana sería negativo. 

En contraste, explicó, los efectos sobre la inflación tendrían consecuencias contraproducentes, dado que, aunque mayor debilidad económica tendería a moderar los precios, una mayor depreciación del tipo de cambio podría generar presiones al alza sobre ellos. 

“En este sentido, las presiones inflacionarias podrían observarse tanto a la baja como al alza. Los retos que enfrentará la economía mexicana en 2025 resaltan la importancia de contar con fundamentos macroeconómicos sólidos, ya que permiten enfrentar dichos eventos desde una posición de resiliencia”, apuntó Rodríguez Ceja. 

Cuestionada sobre los riesgo suponen las tensiones comerciales para la inflación en los próximos años o en el futuro, la gobernadora del BdeM señaló que los periodos de mayor cooperación, como el de la pandemia de covid-19, han sido una poderosa herramienta desinflacionaria tanto para México como para EU. 

“Los consumidores obtuvieron acceso a una mayor variedad de bienes más baratos. Y la mayor competencia de los productores extranjeros disciplinó el proceso de formación de precios. Además, las empresas obtuvieron acceso a insumos de mayor calidad a precios competitivos”, dijo sobre la etapa de la emergencia sanitaria. 

Enfatizó en que a raíz del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, no sólo representó la eliminación de aranceles en la región, sino la creación de un marco institucional que aumentó la competitividad de América del Norte a través de sofisticadas cadenas de producción regionales.

“Sin embargo, quiero destacar que desde hace más de una década estamos viviendo una reacción, diría yo, contra la globalización. En el caso de que los aranceles se vuelvan más persistentes y generalizados, o que la producción se reubique en respuesta a factores distintos a la eficiencia de costos, el mundo podría enfrentar una menor competencia, menores niveles de inversión y menos incentivos para la adopción tecnológica y la innovación. Los bancos centrales tienen que permanecer atentos a la evolución de las tensiones comerciales”, apuntó. 

México tiene solidez 

Resaltó que México destaca entre las economías emergentes por la fortaleza de su marco macroeconómico. En este sentido, indicó que destacan varios pilares macroeconómicos del país, como las cuentas externas son sostenibles, un nivel adecuado de reservas internacionales que se pueden complementar con recursos de la línea comercial flexible contratada con el Fondo Monetario Internacional,  un sistema bancario sólido y una importante consolidación fiscal para 2025. 

“Además, el país tiene un régimen de tipo de cambio flexible, que actúa como amortiguador. Esto último nos ha permitido concentrarnos plenamente y con una perspectiva de largo plazo en lograr y preservar un entorno de inflación baja y estable”, concluyó.

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