Al llegar a la Plaza del Ángel, punto final de la marcha conmemorativa por el Día Internacional de la Mujer, los contingentes se encontraron con una extensa valla metálica instalada para resguardar el Palacio de Gobierno, la cual rápidamente se convirtió en un lienzo de protesta.
Con consignas como “Aborto sí, aborto no, eso lo decido yo” y “No somos una, no somos diez, pinche gobierno, cuéntanos bien”, las mujeres ingresaron a la plaza manifestando su hartazgo ante la violencia, la impunidad y la falta de respuesta de las autoridades ante los feminicidios y desapariciones.
El muro metálico fue golpeado, pintado y cubierto con carteles que denunciaban casos de violencia, deudores alimentarios y presuntos agresores. También se colocaron pesquisas de mujeres desaparecidas, dejando evidencia de las múltiples violencias que enfrentan las mujeres día con día.
Mientras cientos de personas observaban desde los alrededores, las manifestantes reafirmaban su postura con gritos de “Ni una más” y “Justicia para todas”, visibilizando la falta de acción por parte de las autoridades ante las demandas de las mujeres.
Frente a las vallas, las asistentes también realizaron pintas con frases como “Nos sembraron miedo, nos crecieron alas” y “No es vandalismo, es desesperación”, dejando claro que la rabia e indignación ante la violencia de género sigue latente.
En la zona de Rectoría, otra de las áreas resguardadas con vallas metálicas, algunas mujeres lograron debilitarlas como acto simbólico contra las barreras físicas e institucionales que enfrentan día a día. Sin embargo, la manifestación continuó de forma pacífica, centrada en visibilizar la deuda de justicia que persiste en el estado.
El acto culminará con pronunciamientos y actividades en memoria de las víctimas de feminicidio, así como un llamado enérgico a las autoridades para garantizar la seguridad y justicia para todas las mujeres.
