Alrededor de 625 mil menores de edad permanecen sin acceso a la educación en la Franja de Gaza debido a que las escuelas se han visto forzadas a cerrar en medio del conflicto palestino-israelí, dio a conocer hoy sábado un organismo de la ONU.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo señaló en un comunicado publicado en la plataforma X que su personal continúa apoyando a los niños palestinos a través de actividades que les ayuden a regresar al proceso de aprendizaje, pero eso no es suficiente, subrayando la necesidad de un alto al fuego inmediato.
La guerra arrebató a los niños de Gaza su infancia, y los supervivientes sufren profundos traumas, ya que sus escuelas fueron destruidas y perdieron el año académico completo sin educación ni juegos, añadió.
Los niños son los primeros que más sufren en los conflictos y las guerras, señalando que un gran número de menores de edad han muerto y otros han resultado heridos, y muchos de ellos tendrán cicatrices de por vida, mencionó.
Hasta el viernes, el número de palestinos muertos en el actual conflicto había llegado a 37 mil 296 y el de heridos a 85 mil 197, informaron las autoridades de salud dirigidas por Hamas en un comunicado.
También hoy, el portavoz del ejército israelí, Avichay Adraee, dijo en un comunicado que ocho soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) murieron en enfrentamientos en el sur de la Franja de Gaza.
En otro comunicado, Adraee señaló que miembros de las IDF están avanzando en la derrota del ala militar de Hamas y despojando a su Brigada de Rafah de sus capacidades.
«Las fuerzas en el terreno matan diariamente a muchos terroristas y destruyen sus armas, plataformas y cohetes, impidiendo así que Hamas vuelva a actuar contra Israel como ocurrió el 7 de octubre», añadió Adraee.
Desde el pasado 7 de octubre, Israel ha emprendido una guerra a gran escala contra Hamas en la Franja de Gaza, la cual ha provocado víctimas masivas y la destrucción de viviendas e infraestructura luego de que Hamas lanzó un ataque sin precedente en el sur de Israel, en el que murieron alrededor de mil 200 israelíes.