El ministro de Defensa de Honduras, José Manuel Zelaya, renunció este domingo a su cargo, después de que su padre, el secretario del Parlamento, Carlos Zelaya, anunció su dimisión, tras admitir un encuentro en 2013 con varios narcotraficantes que le ofrecieron dinero para su campaña.
“La misión del Partido Libre y de la Resistencia está por encima del ejercicio de un cargo público, por ello, y para que se investigue con toda libertad, he presentado mi renuncia como ministro de Defensa ante la presidenta Xiomara Castro”, declaró José Manuel Zelaya en X, al defender la “integridad y el honor de (su) padre”.
Estas declaraciones se producen luego de que el diputado oficialista y cuñado de la presidenta hondureña, Carlos Zelaya Rosales, anunció que renunciaría a la Secretaría del Parlamento para “despejarse de cualquier blindajes para que se le investigue”, tras ser citado en el juicio que se lleva a cabo en Nueva York contra el ex presidente Juan Orlando Hernández por diferentes cargos, entre ellos, el de narcotráfico.
La decisión fue dada a conocer después de que Zelaya Rosales compareció, según su hijo “voluntariamente”, ante la Fiscalía, donde reconoció que hace once años estuvo “en una reunión donde estaban el Cachiro, Ramón Mata, Adán Funes, entre otras personas” – acusadas de narcotráfico- y en la que “hubo ofrecimiento de aportaciones” para su campaña política.
Durante una sesión que duró cinco horas, el secretario del Parlamento defendió que fue víctima de una “trampa”, al alegar que “ahora sé que esa reunión fue grabada”, según las declaraciones del diario La Prensa.
Por otra parte, Zelaya afirmó que “si mañana Estados Unidos dice que se me extradite, estoy listo”, al descartar que su renuncia esté relacionada con la reciente decisión de la presidenta Castro de romper el tratado de extradición con Estados Unidos.
El diputado pidió “disculpas públicamente” a su hermano, el ex presidente y marido de Castro, Manuel Zelaya -quien convocó una reunión de “emergencia” del Partido Libre para este domingo- y a la mandataria, por participar en la reunión de la que, dice “existe un vídeo”, sin su “aval ni acompañamiento”.