Los equipos de emergencia italianos recuperaron dos cadáveres del interior del yate hundido en el mar frente a Sicilia mientras buscan a otros cuatro desaparecidos, confirmaron a EFE fuentes de los bomberos.
Los cadáveres no han sido identificados y, según los medios, uno de ellos corresponde a un hombre “corpulento”.
Ambos fueron trasladados al puerto de Porticello en bolsas a bordo de dos barcos de los bomberos y de la Guardia Costera italiana y después llevados en una ambulancia a la morgue para su autopsia, según retransmitió la televisión pública RAI.
El yate ‘Bayesian’ se hundió en la noche del lunes frente a las costas de la localidad de Porticello en medio de una fuerte borrasca, cuando en su interior había 22 personas, doce pasajeros y diez miembros de la tripulación.
De estos, quince lograron salvar su vida.
El balance provisional, tras el hallazgo de los últimos dos cuerpos, es de tres víctimas mortales, después de que se encontrara el cadáver del cocinero Ricardo Tomas, nacido en la isla de Antigua.
Hasta este miércoles seis personas constaban como desaparecidas: el magnate británico Mike Lynch y su hija Hannah, el presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, con su esposa, y el abogado de Lynch, Chris Morvillo, y su mujer Neda.
Los equipos de emergencia buscan a otros cuatro desaparecidos dentro del yate hundido y los medios avanzan que ya han localizado a otros dos en el interior de la embarcación, aunque por el momento las autoridades no lo confirman.
Las labores para recuperar a los desaparecidos están siendo complicadas debido a la profundidad en la que se encuentra el yate, a 50 metros, y por la posición en la que quedó tras su hundimiento.
Los buzos de los bomberos italianos ayer consiguieron abrir una vía de acceso pero proceden lentamente porque solo disponen de una autonomía de doce minutos en cada inmersión, según han explicado los responsables del dispositivo.
Entretanto, la Fiscalía de Termini-Imerese ha abierto una investigación para esclarecer el desastre y hoy interrogó durante más de dos horas en un hotel de la zona al capitán del velero, James Catfield, neozelandés de 51 años y uno d los supervivientes.
Con información de EFE