El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, declaró el viernes que invitará a su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, a visitar su país, garantizándole que la orden de detención que la Corte Penal Internacional (CPI) emitió en su contra «no tendrá ningún efecto» en Hungría.
En este sentido, Orbán calificó la medida como una «decisión escandalosamente descarada y cínica», añadiendo que la intervención de la CPI en el conflicto tiene «fines políticos» y no legales, como quieren aparentar.
Asimismo, manifestó que la orden «conducirá a un descrédito total del derecho internacional e incluso puede echar más leña al fuego», por lo que, según él, «no hay más alternativa que oponerse a la decisión».