Al comentar la orden del presidente de EE.UU., Donald Trump, de iniciar ensayos nucleares, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, declaró que se trata de «una erosión del sentido de la seguridad internacional, de la paz y de la no proliferación».
«Al fin y al cabo, todos estos ensayos, todos estos desarrollos, no son más que manifestaciones externas de un malestar profundo, de una tensión y de una fragmentación que aumenta», observó durante una entrevista.
Grossi señaló que «en ese momento el país flexiona sus músculos y muestra de lo que es capaz», pero «ya es una manifestación de un malestar profundo que existe». En este sentido, sugirió intentar proteger los regímenes de no proliferación y «devolver a las Naciones Unidas un rol en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional».
Al expresar su opinión con respecto a las acusaciones de Trump de que países como Rusia y China supuestamente habían realizado pruebas nucleares «secretas», Grossi dijo que no sabe «si es verdad o no», pero recordó que los ensayos nucleares tradicionales no pasan desapercibidos debido a un sistema internacional de monitoreo.
«Yo no hago juicio sobre el señor Trump, pero respecto a los ensayos tradicionales, tenemos un sistema internacional de monitoreo establecido por el Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares y controlado por una organización hermana de la mía que está en Viena, que es la organización para la prohibición de ensayos nucleares, que puede captar inmediatamente fenómenos de este tipo», aseveró.
«En todo caso, ensayo por ensayo, misil por misil, en todo caso, no es una buena noticia», concluyó.







