Ciudad de México. Viola Ford Fletcher, la una de las últimas voces de la Masacre Racial de Tulsa de 1921, murió este lunes a los 111 años, dejando a su comunidad huérfana de un testimonio que durante más de un siglo mantuvo vivo el recuerdo de una herida que Estados Unidos nunca pudo cerrar, informó CBS News.
Su vida, marcada por la violencia supremacista y sostenida por una resiliencia inquebrantable, se convirtió en un faro moral en la larga lucha por la justicia racial. Fletcher, residente en Texas y abuela de seis, nunca dejó de evocar el terror que vivió de niña en el próspero barrio negro de Greenwood, que fue arrasado por una turba blanca en 1921.
Al menos 300 personas negras fueron asesinadas, miles desplazadas y más de 35 manzanas reducidas a cenizas, mientras la Guardia Nacional impuso la ley marcial y detuvo a miles de residentes afroamericanos en Tulsa en 1921.
Un siglo después, Fletcher junto a su hermano Hughes Van Ellis (fallecido en 2023) y Lessie Benningfield Randle —ahora la única sobreviviente, también de 111 años—, demandó a la ciudad de Tulsa por reparaciones y en 2021 ofreció ante el Congreso un testimonio estremecedor:
“Todavía veo cuerpos negros tirados en la calle…Todavía huelo humo y veo fuego. Todavía veo negocios negros quemándose. Todavía oigo aviones sobrevolando. Oigo los gritos”, declaró Fletcher ante el Subcomité Judicial de la Cámara de Representantes sobre la Constitución, los Derechos Civiles y las Libertades Civiles en 2021.
Aunque las autoridades locales han rechazado la responsabilidad bajo el argumento de que “no debería verse obligada a pagar nada porque los residentes de hoy no tuvieron nada que ver con lo que sucedió hace más de un siglo”. Activistas y descendientes subrayan que las secuelas económicas y sociales persisten.
El alcalde de Tulsa, Monroe Nichols —primer edil negro de la ciudad— lamentó su muerte y la describió como “111 años de verdad, resiliencia y gracia”, recordando que dedicó su vida a iluminar un camino que aún queda por recorrer. Nichols presentó en junio un paquete de $105 millones para conmemorar el primer Día de Conmemoración de la Masacre Racial de Tulsa. Y busca implementar el plan «Camino a la Reparación» para reparar las disparidades socioeconómicas y de salud derivadas de la masacre, según declaró Nichols a The New York Times .
La muerte de Fletcher, cuyos últimos años estuvieron dedicados a exigir verdad y reparación, es un llamado urgente a honrar su legado con acciones concretas.







