Ataques israelíes golpearon el sur de Líbano y las afueras de la capital, Beirut, causando la muerte de al menos cinco médicos, mientras las tropas de tierra se enfrentaban a combatientes de Hezbolá en el sur.
Israel ha proseguido su intensa campaña militar contra el grupo armado Hezbolá, respaldado por Irán, lo que ha atenuado las esperanzas de que las gestiones de un enviado estadounidense pudieran conducir a un alto al fuego inminente.
El mediador estadounidense Amos Hochstein dijo a principios de semana en Beirut que una tregua estaba “a nuestro alcance”. A continuación se reunió con el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con el Ministro de Defensa, Israel Katz, antes de regresar a Washington, según el medio de comunicación Axios.
El viaje pretendía poner fin a más de un año de hostilidades entre Israel y Hezbolá en la frontera sur de Líbano, que se recrudecieron drásticamente cuando Israel intensificó sus ataques a finales de septiembre y envió tropas terrestres a Líbano el 1 de octubre.
Las tropas israelíes han combatido a Hezbolá en una franja de ciudades en la frontera y esta semana se han adentrado en los límites de Jiyam, una ciudad situada a unos seis kilómetros del límite.
Hezbolá afirmó haber disparado cohetes contra las tropas israelíes al este de Jiyam al menos cuatro veces el viernes.
Fuentes de seguridad libanesas dijeron a Reuters que las tropas israelíes también habían avanzado en una serie de pueblos al oeste. Dijeron que lo más probable es que Israel esté intentando aislar Jiyam antes de un ataque importante contra la ciudad.
Información de Agencia Reforma
