Una ley que prohíbe el aborto después de seis semanas de embarazo, una de las más restrictivas de Estados Unidos, entró en vigor este miércoles en Florida, en lo que el presidente Joe Biden calificó como una «pesadilla» impulsada por su rival y predecesor Donald Trump.
Trump se jacta a menudo de haber permitido que la Corte Suprema pusieran fin en junio de 2022 al derecho federal al aborto y dejara ese asunto en manos de los estados.
Una decisión que fue posible porque, durante su mandato (2019-2021), el entonces presidente republicano inclinó el alto tribunal hacia el bando conservador con la renovación de tres de sus nueve jueces.
«Hoy, una prohibición extremista del aborto entra en vigor en Florida, vetando el aborto incluso antes de que numerosas mujeres sepan que están embarazadas», declaró Biden en un comunicado.
La vicepresidenta estadunidense, Kamala Harris, visita este miércoles Florida, un estado gobernado por los republicanos, para pronunciar un discurso en el que criticará a Trump.
Biden, de 81 años, ya viajó la semana pasada a este estado del sureste, uno de los más poblados del país, que votó en su mayoría por Trump en las dos últimas elecciones presidenciales.
Los demócratas intentan convertir el aborto en uno de los temas principales de los comicios de noviembre, con la esperanza de que les dará votos contra Trump, de 77 años.