El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, se dirigió este viernes a la nación en medio de las crecientes tensiones con Israel en un discurso en que afirmó que Teherán no actuará con precipitación, así como ayudará a palestinos y libaneses a defenderse de la agresión israelí.
«No nos demoramos ni nos apresuramos en el cumplimiento de nuestros deberes y hacemos lo que es lógico, razonable y correcto», declaró, agregando que «ninguna ley internacional» puede negar al pueblo de Irán su derecho a «contrarrestar y demostrar indignación por lo que está ocurriendo en el Líbano y Palestina y ayudar a estas naciones». «Derrotaremos a todos los enemigos», proclamó.
Además, el ayatolá remarcó que toda nación tiene derecho a luchar por su independencia y defender sus tierras. «El pueblo de Palestina tiene todo el derecho a luchar contra el enemigo que invadió sus territorios y su suelo y tiene todo el derecho a mantenerse firme. […] Ni una sola organización internacional tiene derecho a privar a un pueblo de defenderse de la opresión», recalcó.
Durante su discurso, Jameneí también defendió que el ataque de misiles iraní contra Israel perpetrado el pasado martes fue legal. «Cada ataque contra el régimen sionista es un servicio a la humanidad, y la defensa de Gaza por Hezbolá es un servicio vital al mundo islámico», argumentó Jameneí, rindiendo tribuno al Líbano «herido y ensangrentado». «El régimen sionista es desarraigado, artificial e inestable y nunca ganará a Hamás y Hezbolá», manifestó.
Al mismo tiempo, Jameneí subrayó la necesidad de que todos los países de la región se unan para luchar contra Israel, que señaló como un enemigo no solo para la nación persa, sino también para Palestina, el Líbano, Irak, Egipto, Siria o Yemen. «Debemos luchar por nuestra independencia, desde Afganistán hasta el Líbano», defendió.
Además, el líder iraní señaló que Tel Aviv no actúa solo, sino con el respaldo de EE.UU., que a través de la agresión israelí pretende hacerse con el control de los recursos de la región y exportarlos a los países occidentales. El principal problema de Oriente Medio es la «injerencia extranjera», sostuvo, agregando que los países de la región son capaces de establecer la paz.