El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, reveló que Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, se entregó de manera voluntaria al gobierno de su país, y que “la evidencia al momento de llegar indica que Ismael El Mayo Zambada fue llevado contra su voluntad”, además de que no se usaron recursos de su país en la captura.
En conferencia de prensa, el diplomático leyó una declaración en la cual subrayó que el hecho de que ambos presuntos narcotraficantes “se encuentren bajo custodia representa un duro golpe para frenar el tráfico de drogas sintéticas, tales como el fentanilo y sus precursores. Este hecho refrenda nuestro compromiso compartido para proteger la salud, la seguridad y el bienestar de nuestros pueblos”.
Luego de explicar cómo llegaron tanto López como Zambada a la Unión Americana, Salazar indicó que “no se utilizaron recursos estadounidenses en la rendición. No fue nuestro avión, ni nuestro piloto, ni nuestra gente”.
Añadió que “no se presentó ningún plan de vuelo ante las autoridades estadounidenses. Estamos en el entendido que el vuelo inició en Sinaloa y aterrizó en Santa Teresa, Nuevo México. El piloto no era un empleado ni fue contratado por el Gobierno de los Estados Unidos, ni algún ciudadano estadunidense”.
El embajador reiteró que lo anterior “representa una victoria grande para ambos países. Es el resultado de un trabajo muy definido y basado en los principios del respeto a nuestras soberanías y que hacemos este trabajo como socios”.
A los arrestos de Guzmán López y Zambada, dijo, “se suman otros, tales como los de Rafael Caro Quintero, Ovidio El Ratón Guzmán y Néstor Isidro Pérez El Nini y de otros más. La cooperación como socios entre nuestros países nos han permitido asestar estos golpes certeros y otros más. Continuaremos colaborando con respeto a nuestras soberanías bajo el Marco Bicentenario y nuestra seguridad compartida”.