Hoy es 21 de Noviembre de 2024, Chihuahua, MX.

Los cubanos atravesaban el lunes la cuarta jornada de una de las peores emergencias energéticas de los últimos años con un abastecimiento de electricidad parcial e intermitente.

El gobierno suspendió las clases y las actividades no vitales hasta el jueves mientras se recupera el sistema energético nacional que colapsó el viernes, pero continúa con la operación de servicios básicos como hospitales y bombeo de agua.

En las madrugadas del fin de semana hubo algunas protestas en barrios populares que no habían recibido nada de corriente como Centro Habana y Santos Suárez, constató The Associated Press. Varias docenas de vecinos hacían sonar sonaban sus cacerolas, algunos pocos en las calles y otros desde sus balcones.

El presidente Miguel Díaz-Canel reconoció el domingo por la noche que la gente estaba disgustada por la falta de luz. “Hay toda una capacidad desde el partido y otras organizaciones para dar respuesta a las inquietudes de la población, siempre que sea de manera decente, organizada, civilizada y disciplinada”, dijo el mandatario, que advirtió que “no vamos a permitir que nadie actúe provocando hechos vandálicos y mucho menos alterando la tranquilidad ciudadana de nuestro pueblo”.

La Habana, la ciudad más grande del país y hogar de dos millones de personas, lucía semiparalizada el lunes. Las autoridades dijeron que el transporte sería normal, pero se veían pocos autobuses y carros en las calles.

La gente hacía colas para comprar pan y los alimentos subvencionados y sólo despachaban algunas gasolineras.

Al mismo tiempo, en el oriente de la isla las provincias de Guantánamo, Santiago, Granma, Las Tunas y Holguín recibían a Oscar, un huracán categoría uno degradado a tormenta tropical, complicando más aún el escenario energético, tanto por su capacidad de destruir infraestructura como la imposibilidad de usar centrales en esa zona para generar energía.

Información tomada de Associated Press

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