A un par de días de que se conozcan los resultados de las elecciones del 28 de julio en Venezuela, Colombia dirige su mirada hacia el vecino país, cuyo destino político tendrá, opinan analistas locales, amplias repercusiones en la vida nacional.
Aunque no es la primera vez que el país entra en vilo ante la inminencia de una jornada electoral en Venezuela, “en esta ocasión hay grandes apuestas en juego, como el posible regreso de las fuerzas de la derecha al poder, lo cual genera entre nosotros un clima de alta tensión si tenemos en cuenta que Colombia está viviendo el primer experimento de un gobierno de izquierda en su historia”, comenta a La Jornada el politólogo y profesor universitario Jaime Rueda.
Voceros de partidos tradicionales se han aventurado a decir que las eleccciones en el vecino país serán una especie de “ensayo general” de los comicios presidenciales colombianos, en 2026, cuando el país decidirá si continua por los caminos del cambio y las reformas sociales, o si regresa al proyecto neoliberal que ha gobernado en las útimas décadas. Ante los ojos del ciudadano común, está clara la gran empatía entre los líderes de los partidos tradicionales de ambos países, así como la cercanía ideológica y personal entre el presidente Gustavo Petro y Nicolás Maduro.
Pero más allá de su impacto en la política colombiana, son muchos los sectores que fijan su mirada en el resultado electoral de este domingo. Por ejemplo, los 2.8 millones de migrantes venezolanos que siguen minuto a minuto el desarrrollo del proceso electoral. Reunidos en parques o a la orilla de las principales avenidas de la ciudad, centenares de jóvenes que trabajan llevando domicilios se enfrascan por estos días en apasionadas discusiones sobre lo que serán sus vidas desde el lunes próximo. La gran mayoría se ve regresando a su país, pero no son pocos quienes los tachan de ingenuos: “Aquí somos tres millones y sólo podrán votar 11 mil, con eso te digo todo, chamo”, comenta desde el sillin de su bicicleta un joven curtido en el escepticismo.
Empresarios, comerciantes e inversionistas tampoco se despegan de las noticias electorales. Tras un largo receso de más de cuatro años, en el que se detuvo por completo la economía binacional, pues el presidente Iván Duque (2018-2022) se dedicó a “tumbar a Maduro”, el comercio bilateral experimentó en 2023 un modesto incremento del 6 por ciento, con transaccciones que superaron los 673 milllones de dólares. Despejado el panorama post electoral, los empresarios colombianos aspiran a que, en el mediano plazo, Venezuela vuelva a ser -como lo fue durante décadas- el segundo socio comercial del pais.
Tres guerrillas con amplia presencia histórica a lo largo de los 2.219 kilómetros de frontera tendrán también fija su atención a el resultado electoral del domingo. Además de arovechar la porosidad de la franja limítrofe, los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) dos disidencias de las extintas FARC cuentan con Venezuela como país garante en los diálogos de paz que sostienen con el gobierno, lo cual podría dejar de suceder dependiendo de los resultados electorales.
