Un retrato del Presidente sirio, Bashar al-Assad, está roto en el piso en una oficina gubernamental de la ciudad de Hama que fue tomada por los rebeldes. Crédito: AFP
Rebeldes islamistas anunciaron el domingo, tiempo local, que comenzaron a ingresar a la capital siria de Damasco, donde los pobladores dijeron haber escuchado fuertes tiroteos.
«Nuestras fuerzas comenzaron a entrar a Damasco«, publicó en Telegram el movimiento rebelde sirio Hayat Tahrir al Sham (HTS), que previamente había tomado otras ciudades clave.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), el ejército sirio y las fuerzas de seguridad abandonaron el aeropuerto de Damasco ante el avance de las fuerzas rebeldes que intentan tomar la capital.
Horas antes de los reportes de entrada a Damasco, los rebeldes reivindicaron la previa toma de Homs y la calificaron de momento «histórico».
«Estamos viviendo los últimos momentos de la liberación de la ciudad de Homs (…) este acontecimiento histórico que distinguirá la verdad de la mentira», declaró el líder rebelde Abu Mohamed al Yolani, que utilizó su nombre real en lugar de su nombre de guerra, en Telegram.
Previamente, en Damasco, el ministro del Interior Mohamed al Rahmun había declarado en la televisión estatal que la capital contaba con un «cordón militar y de seguridad muy fuerte».
«Nadie (…) puede penetrar esta línea de defensa que nosotros, las fuerzas armadas, estamos levantando», subrayó.
Después de años de estar prácticamente confinados en un rincón del noroeste del país, los insurgentes iniciaron su ofensiva hace una semana y han continuado su avance desde entonces.
Este sábado, Donald Trump dijo que Estados Unidos debería evitar involucrarse militarmente en Siria y sostuvo en sus redes sociales: «ESTA NO ES NUESTRA LUCHA».