El incremento del salario mínimode 12% en 2025 benefició a cerca de 8.5 millones de trabajadoresque recibieron aumento en sus ingresos, de acuerdo con la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).
Durante el sexenio pasado se inició una política de recuperación salarial, misma que continuará la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo; la meta es que la referencia salarial alcance para 2.5 canastas básicas, esto implica alzas de al menos 12% cada año.
En ese sentido, el nuevo monto de salario mínimo para este año que inicia equivale a 8,475 pesos al mes.
La razón de ser de la canasta básica
Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explica que la razón de ser de las 2.5 canastas básicas es que, por ejemplo, un padre de familia no puede sostener a nadie más con ese salario, porque en las familias generalmente hay dos adultos y dos menores, entonces si las dos personas ganaran el mínimo, hasta para dos veces la canasta, no pasarán hambre.
“La justificación social de la existencia de un salario mínimo es que alcance para una vida digna para los trabajadores y sus familias”, considera.
El especialista del IMCO refiere que, si bien a nadie le gusta que los salarios estén delimitados por un mínimo, sino que fueran en general más altos, «si lo piensas desde otro punto de vista, pues es precisamente porque el salario mínimo alcanza para más, es que hay más personas ganando eso”, considera.
Advierte que son las pequeñas empresas las que están haciendo los mayores esfuerzos por mantenerse acorde a los incrementos, las rurales; refiere que en este tema tiene varios ángulos y hay que tomarlos en cuenta.
Considera que entre los temores recurrentes de esta política de recuperación del poder adquisitivo estaban la posibilidad de un mayor desempleo o inflación; sin embargo, eso no ha ocurrido, pero no necesariamente será siempre así.
Advierte que los efectos tendrán que verse por sector también, por tamaño de empresa, por número de empleados.
El salario mínimo ya llegó a muchas empresas
Rocío Hernández, directora de Consultoría en Compensación de AON México, es contundente cuando responde que “el salario mínimo ya nos está llegando, de hecho, ya llegó a varias empresas”.
Explica que, por ejemplo, en 2019 el salario mínimo estaba en 130 pesos y el salario promedio o entry level o el que estaban pagando las empresas era 211 pesos.
“Es decir, las empresas se podían dar el lujo de pagar dos veces el salario mínimo”, comenta.
Pero el crecimiento acelerado de la referencia salarial ha acortado esa diferencia. En 2024 el salario promedio en las empresas fue sólo alrededor de 15% superior al salario mínimo, afirma.
Para la especialista en compensación el impacto de los incrementos en el salario mínimo a lo largo de este tiempo es que las empresas tendrán aumentos menores al 12 por ciento.
De acuerdo con la directiva de AON, los pronósticos de incrementos en las empresas son:
- 7.2% en 2025
- 5.9% en 2026
- 5.8% en 2027
- 5.7%. en 2028
“¿Y por qué serán menores al 12%? Bueno, porque de entrada no pagan el salario mínimo”, explica.
Asegura que esto tiene como consecuencia que 82% de las empresas pagan por lo menos un puesto con el salario mínimo, hasta que llegue un momento que será la mayoría de las plazas.
Según las encuestas de AON, para 2025 se estima que 55% de las empresas paguen por lo menos a un salario mínimo. Un año después, ese universo crecerá a 64% y para el 2028, al menos 77% de las compañías tendrá la remuneración básica en al menos un puesto laboral.
Considera que los diferenciadores de las empresas estarán en el nivel y tipo de prestaciones que van a ofrecer a los colaboradores, la capacitación, el desarrollo y aspirando a nuevas categorías dentro de las empresas.
«Las empresas tienen el desafío de evolucionar y de actualizar la oferta de valor para seguir siendo atractivos para los trabajadores para que decidan estar contigo y venir a trabajar ahí”, explicó.
«Entonces es importante escuchar al colaborador qué es lo que les motiva, qué es lo que valoran, qué es lo que necesitan, y hacer una combinación con lo que la empresa puede otorgar y, entonces en estos ajustes y haciendo la reingeniería a su modelo de compensación, tomar en cuenta la opinión de los colaboradores”, recomienda Rocío Hernández.