Ciudad de México. No hay tensión política tras la entrada en vigor de la reforma al Poder Judicial, aseguró la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo y a pregunta expresa sobre si el ex presidente Ernesto Zedillo tiene autoridad autoridad moral para hablar de México, sostuvo que no, “en el sentido de democracia, de honestidad y corrupción”.
Acotó: “no hablo de su persona en particular, sino lo que representó su sexenio”, tras el Fopabroa, la privatización de los ferrocarriles y su intento por entregar a la iniciativa privada el sector eléctrico, lo que no pudo concretar por la movilización del pueblo.
Sheinbaum sostuvo que Zedillo es “un representante del viejo régimen, del régimen de corrupción y privilegios y como tal opina”, pero no coincidió con sus argumentos.
En conferencia de prensa en la casa de transición, Sheinbaum desestimó que rumbo a su toma de posesión, el 1 de octubre haya tensión política, “ni por parte de la oposición”.
Afirmó que en democracia “no todos pensamos igual y qué bueno. Hay oposición a esta reforma, pero eso no quiere decir que haya tensión, es parte de la normalidad democrática. No tiene problema”.
Resaltó que en octubre inicia el proceso de renovación del Poder Judicial, además de que es importante que se legislen las leyes secundarias de la reforma judicial.
“Dicen que vamos al autoritarismo y al fin de la República, cuando se van a elegir los jueces por voto popular o sea ¿cómo? Ahora resulta que la democracia, que es la elección en el Poder Judicial, representa autoritarismo. Es una contradicción. Lo que planteamos es que el Poder Judicial hoy tiene mucha corrupción, nepotismo y no representa los intereses de las y los mexicanos, más que de un sector en algunos casos”, subrayó.
“Cada quien con su autoridad moral”, resaltó Sheinbaum respecto a lo dicho por Zedillo, al mencionar que el Fobaproa “es el mejor ejemplo del vínculo entre el poder económico y el poder político, porque no solamente fue un rescate bancario, estuvo lleno de corrupción. Una deuda que todavía seguimos pagando”.
Además, “¿qué nos dejó la privatización de los ferrocarriles a México? Nada. Al revés, se perdió muchísimo”.
Mencionó que el ex presidente quería privatizar en el 99 todo el sector eléctrico, “la Comisión Federal de Electricidad. Si no lo logró fue porque hubo una movilización social muy grande… Lo que pasa es que no tienen voceros los adversarios y ahora traen a Zedillo, y se le respeta porque es un ex presidente, pero no coincidimos en su punto de vista”.
-¿No tiene autoridad moral para hablar de México?
-En el sentido de democracia, en el sentido de honestidad, en el sentido de corrupción. Y no hablo de su persona en particular, sino lo que representó su sexenio. Como repartieron en el Fobaproa, está más que documentado.
En cambio, sostuvo, a los deudores no los rescataron.
“En realidad ellos representan un modelo económico, político, del pasado y nosotros no somos autoritarios. Si por algo luchamos toda nuestra vida es por la democracia… No buscamos el autoritarismo, el dedazo, la unidad de pensamiento. Lo que buscamos es la democracia”, precisó.