Hoy es 23 de Febrero de 2025, Chihuahua, MX.

Mexicanos deportados por la Administración de Donald Trump denuncian que las autoridades estadounidenses los mantuvieron días encerrados y esposados, aunque el Gobierno de México niega que ocurran violaciones a derechos humanos y promete defender a los connacionales.

Las personas retornadas relataron a EFE haber padecido maltrato en Estados Unidos antes de llegar al Centro de Atención de Deportados que acondicionó el Gobierno mexicano en Tijuana, la mayor ciudad en la frontera, a 15 kilómetros del puerto fronterizo El Chaparral, donde pasan dos días y obtienen transporte a sus lugares de origen.

Iván Ramos Reyes, originario de Chihuahua, refirió que el maltrato y la forma en la que lo detuvieron, después de casi una década en Estados Unidos, le generó una experiencia “amarga y frustrante”, pues de un momento a otro “se acabó el sueño de estar allá”.

“Yo vivía en Las Vegas, tenía ocho años y trabajaba en la construcción, estaba viviendo bien. Me detuvieron cuando me dirigía en mi carro hacia Utah, un oficial de la Policía, con el pretexto de que no prendí las luces, y ya de ahí llamaron a migración y después de dos días encerrado me mandaron para acá”, detalló.

Agregó que su frustración deviene de perder todo lo que ya había obtenido gracias a su trabajo.

“Se frustra uno porque, aunque sabes que no estás de forma regular, tratas de hacer las cosas bien y yo solo me dedicaba a trabajar, se quedó todo allá, pero voy a buscar la posibilidad de volver a cruzar”, relató.

Violaciones a derechos humanos

El Gobierno de México, que reporta 14 mil 470 deportados al país desde que comenzó la Presidencia de Trump el 20 de enero, ha negado que los migrantes padezcan violaciones a sus derechos humanos tras salir de Estados Unidos, al documentar solo dos presuntos casos, de un mexicano y de una guatemalteca.

“A suelo mexicano por supuesto que no (llegan esposados) (…) Cuando pisan tierra mexicana, aquí en la tierra mexicana nadie los trata así”, sostuvo el canciller Juan Ramón de la Fuente hace dos semanas.

Pero migrantes como Rogelio aseguraron haber recibido un trato distinto de Estados Unidos.

“Nos recibieron mal, nos retuvieron desde las 12 de la noche el día que nos detuvieron, nos mantuvieron esposados y sin saber ni qué iba a pasar ni por dónde nos iban a sacar del país”, manifestó.

Tras haber cruzado por Tecate a California las autoridades le “dijeron que ahorita no estaban dando asilo, solo deportar a la gente”.

“Nada más nos agarraron y nos aventaron para acá”, lamentó.

Su compatriota Daniel compartió una situación similar.

“Estuvo muy padre mi experiencia, porque pasé tres días en el desierto sin comer, me detuvieron y todavía me encerraron esposado, por eso estoy contento de regresar a mi país, aunque no descarto que vuelva a intentar cruzar”, relató de forma sarcástica.

 Hombres, la mayoría de los deportados

Mónica Vega, coordinadora del Centro de Atención a Repatriados, compartió a medios que, desde la apertura del lugar, han recibido a 754 personas, el 90 por ciento hombres, y que los números fluctúan cada día, pero en promedio llegan alrededor de 20.

“En su mayoría es gente que intentó cruzar, hemos detectado algunos casos de gente que fue a su audiencia de solicitud de asilo político, le fue negada e inmediatamente fueron deportados o algunos que se les venció su permiso de trabajo, lo intentaron renovar, se los negaron y fueron deportados”, describió.

Resaltó que muchas de las personas optan por trasladarse a otros albergues para migrantes de Tijuana, a otros los recogen sus familias y el resto recibe apoyo del Gobierno para comprar un pasaje para regresar a sus ciudades de origen.

Con información de EFE

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