Ciudad de México. Después del mediodía, alrededor de 50 jóvenes encapuchados marcharon de los «Bigotes» de Ciudad Universitaria de la UNAM hacia Rectoría sin generar eco entre los alumnos que se encontraron a su paso.
Los presuntos estudiantes han hecho pintas en las entradas principales de la Facultad de Ciencias, Contaduría y Administración, así como en la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).
Sin embargo, sus exigencias no han despertado el interés de estudiantes con los que se cruzan, incluso han optado por tomar su distancia y ya de lejos tomarles video o foto con sus teléfonos móviles.
«No me grabes culero», es la respuesta de los embozados a los distraídos que intentan tener testimonio de lo que se toparon en su trayecto a sus planteles.
En tanto, otro contingente partió del parque de La Bombilla, el cual también arribará a Rectoría para exigir que las autoridades realicen una reforma universitaria integral, instalen comedores subsidiados y alto al genocidio en Gaza.
A raíz de estas dos movilizaciones, el personal de rectoría de la UNAM ya se retiró del edificio de gobierno, pues se espera el arribo de los manifestantes, quienes también señalaron que está protesta es para recordar a los estudiantes que fueron agredidos «por porros» hace 7 años.
Entre los manifestantes hay ex alumnos que fueron expulsados de la universidad nacional.
Fuentes universitarias señalan que el grupo autodenominado “Rabia Social” organizó estas manifestaciones bajo el pretexto de recordar a los alumnos agredidos hace 7 años y con ello realizar actos vandálicos en instalaciones de Ciudad Universitaria.
También señalan que entre los principales actores generadores de violencia identifican a Emmanuel Ruiz Escamilla de la Facultad de Economía y Brisa Marisol Hernández Granados, alumna de la Facultad de Artes y Diseño, quienes, según su versión, están plenamente identificados y han sido denunciados ante la Fiscalía General de la República, por hechos violentos en esta casa de estudios.
Personal de seguridad de la universidad ya cerró por completo acceso a Rectoría, a donde llegarán los embozados para hacer pintas e intentar romper cristales.
