Si las empresas chinas concretan su promesa de producir vehículos en México -en mediano plazo- y cumplen con las “estrictas” reglas de origen del T-MEC, “no habría ningún riesgo de rechazo” por parte de los tres socios (Estados Unidos, México y Canadá) para exportar a Norteamérica, sostuvo el director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Odracir Barquera.
Ante la inquietud que persiste de algunos políticos en Estados Unidos sobre la posible “inundación” de autos chinos en su mercado, el directivo de la industria respondió que “es un discurso más electoral que se está dando en Estados Unidos, sin datos, sin información y es parte de lo que también hay que poner sobre la mesa, cuáles son las cifras reales, cuál es esa situación real que está aconteciendo para ver si hay o no algún riesgo”.
Recientemente el senador republicano Josh Hawley planteó imponer aranceles del 125% a los vehículos fabricados en China que intenten ingresar a Estados Unidos a través de México, en un intento por proteger a los trabajadores automotrices estadounidenses.
De acuerdo con Reuters, el Departamento de Comercio de Estados Unidos abrió una investigación para determinar si las importaciones de vehículos chinos suponen riesgos para la seguridad nacional, por lo que podría imponer restricciones debido a la preocupación por la tecnología de los autos ‘conectados’.
Sin embargo, México -hasta el momento- no comercializa vehículos chinos hacia Estados Unidos, y aunque existe la intención de algunas marcas automotrices de instalarse en nuestro país para aprovechar los mercados, debido a que es una nación abierta al mundo desde que se firmó el Tratado Libre Comercio en 1994, se han recibido inversiones de todos los países, dijo Armando Cortés, director de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
En el caso del sector autopartes, expuso, se contabiliza que entre el periodo del 2006 y noviembre del 2023, la Inversión Extranjera Directa en 33 empresas de origen chino en autopartes de México sólo representó el 4%. “Los datos no respaldan esta preocupación creciente que se tiene en Estados Unidos”, apuntó el dirigente empresarial.
La mayor parte de las inversiones en la industria de autopartes proviene principalmente de Estados Unidos, “lo que vuelve a México una parte fundamental de la competitividad de Estados Unidos”, abundó.
T-MEC, el más estricto
México, Estados Unidos y Canadá tienen el acuerdo comercial, en donde están establecidas las reglas de origen más altas del mundo, de 75% en contenido regional, además de requisitos laborales y mayor contenido de acero y aluminio, explicó el director de AMIA.
“No ha habido un anuncio formal de inversión de alguna empresa china en México para establecer una planta (de manufactura), como decía sólo ha habido algunas notas mediáticas, pero no hay un anuncio formal, entonces no sabemos cuándo vaya a suceder y si llegan en qué condiciones van a llegar para su producción. Todo lo que es producido al día de hoy por las empresas que ya están establecidas sí cumplen y en ese sentido, no habría un riesgo de rechazo”.
Además, informó que ya se trabaja para la producción de baterías para los autos eléctricos y sigue creciendo la base de proveeduría para aumentar el contenido regional.